Las residencias de tercera edad de Aragón se encuentran "mucho más preparadas" para afrontar una segunda ola de la pandemia de covid-19, cuentan con epis y los correspondientes planes de contingencia y de sectorización, pero sin corresponsabilidad social en el exterior no hay garantías de que queden exentas de contagios.

Así lo ha puesto de manifiesto la gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (ARADE), Paquita Morata, con motivo de una visita que han realizado las consejeras de Sanidad, Sira Repollés, y Ciudadanía, Mariví Broto, a la Residencia Pirineos, un "hogar familiar" en el que conviven 36 usuarios con sus 22 cuidadores.

Este centro es el ejemplo de lo que el departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales pretende que sean las residencias, espacios con jardines donde los residentes puedan pasear y sean "verdaderos hogares" donde además se sientan protegidos, como ha destacado Broto a los medios.

Con esta visita las consejeras han querido mostrar el apoyo al sector pero también la labor de coordinación y el trabajo conjunto que llevan a cabo los dos departamentos y que les ha permitido a lo largo de la pandemia elaborar órdenes y protocolos y la realización de las pruebas PCR a los residentes cuando tienen síntomas.

Con casi 9.000 plazas subvencionadas, de ellas 1.600 concertadas con la empresa privada, Broto ha destacado la importancia del sector no solo para quienes no tienen autonomía, sino para la economía.

De hecho, ha destacado que en esta Comunidad hay muchas residencias de pequeño tamaño o empresas familiares, en concreto 121 de los 288 centros residenciales.

Una muestra de ello es Arade, en la que están agrupadas 82 entidades sociales y mercantiles, 64 de ellas pequeñas y medianas empresas de Aragón, que dan trabajo a 2.500 personas y que, como ha explicado Morata, han vivido "una situación complicada" en la que "se ha ido avanzando" para adaptarse a la situación y que ahora necesitan que la ciudadanía recobre su confianza en ellas.

En este sentido, la consejera de Sanidad también ha querido resaltar que los centros residenciales cumplen con todas las medidas de precaución, a pesar de lo que también dependen del respeto de lo que se haga fuera.

"Es cuestión de responsabilidad social, porque lo que se haga fuera llega a los mayores", ha advertido Paquita Morata.

Es por lo que Broto ha recordado la prohibición del 10 al 18 de octubre de que se pueda salir a dar paseos o recibir visitas en los centros residenciales de la capital aragonesa, recomendación que se ha extendido a las localidades de Fraga y Sabiñánigo, donde estas fechas coinciden con lo que hubieran sido las fiestas patronales, y tratar de evitar contactos que propagar la covid-19.

No obstante, la consejera de Ciudadanía ha recordado que evitar que el virus llegue a los mayores es "responsabilidad de todos".

Aunque los datos de la situación de los brotes en residencias se harán públicos mañana jueves, Broto ha adelantado que esta semana se han dado por cerrados algunos, aunque también se han abierto en algunas por casos puntuales controlados.