Las monjas del convento Siervas de María del paseo Sagasta de Zaragoza sustituyeron ayer por la tarde sus libros de oraciones por cubos y fregonas. La rotura de una tubería de abastecimiento a un metro escaso de su puerta, en el número 35, las obligó a afanarse en la lucha contra el agua mientras esperaban la llegada de las brigadas municipales. En unos minutos, la planta baja del convento quedó cubierta por un palmo de agua mientras que en un solar anexo, alcanzaró varios metros de profundidad.

Con la llegada de los operarios se procedió a cortar el suministro en el tramo del paseo comprendido entre Tenor Fleta y Camino de las Torres. Está previsto que los trabajos de reparación de la tubería continúen hoy, a partir de las siete de la mañana, y que el servicio pueda restablecerse antes del mediodía.

Una de las hermanas del convento apuntó que no es ésta la primera vez que se produce una rotura en este tramo de la vía. "Las tuberías son muy viejas y de vez en cuando estallan y nos ponen todo perdido", dijo. Hasta allí acudieron además de trabajadores de Vialidad y Aguas, otros de la contrata de limpieza FCC para eliminar la tierra que había saltado con el reventón.