Como si del interior de una mina de carbón se tratara. Así accedieron, pico en mano, unos ladrones que robaron en dos tiendas de telefonía móvil del hipermercado Alcampo en la localidad zaragozana de Utebo. La Guardia Civil trata de identificarles y detenerles.

Los robos tuvieron lugar dos noches distintas. La del 30 de diciembre y la del 1 de enero, siendo víctimas del golpe una franquicia de la cadena Phonehouse y posteriormente la de Movistar. El valor de lo sustraído todavía no se habría contabilizado, aunque todo apunta a miles de euros puesto que los autores se llevaron diferentes modelos, incluidos el nuevo iPhone o los de la gama más alta de Xiaomi. Entre los dos golpes, los ladrones se han llevado más de un centenar de terminales, según pudo saber EL PERIÓDICO.

Los responsables de estas sustracciones serían, al menos cuatro jóvenes, que fueron grabados por las cámaras de seguridad del centro comercial. Accedieron al mismo previa rotura de los cristales de las puertas y ya en el interior fueron directos a las tiendas en cuestión.

Para evitar que se les viera la cara, los sospechosos emplearon gorros, capuchas y bragas, así como guantes para no dejar sus huellas impresas en las zonas que tocaran. En la de Phonehouse, que fue en la que más móviles robaron, no tuvieron ningún problema para acceder, ya que rompieron los escaparates del mismo modo que hicieron con los cristales de las puertas del Alcampo. En la de Movistar emplearon un poco más de tiempo, ya que tuvieron que forzar la persiana que la dejaron como si de una lata de sardinas se tratase.

Para transportar el botín, los ladrones emplearon una gran bolsa plastificada que, debido al peso que portaban, tuvieron que arrastrar por el suelo hasta el exterior, donde un turismo les estaba esperando, yéndose a gran velocidad de lugar.

En septiembre del año pasado, fueron detenidos una veintena de aluniceros en España, Francia y Rumanía por desvalijar 32 tiendas de telefonía en Teruel, Sabiñánigo y otras ciudades españolas. La organización operaba de noche y con rapidez, incluso en menos de un minuto, recopilaban los terminales y huían del lugar. Los teléfonos robados alcanzarían un valor de 700.000 euros, La investigación comenzó en el año 2017.