El exconseller de Cultura de la Generalitat Santi Vila ha asegurado que no creía en la posibilidad de una solución a corto plazo para encauzar la crisis institucional que afecta a Cataluña.

Vila ha hecho esta manifestación a los medios de comunicación tras comparecer ante la titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca como investigado por presuntos delitos de desobediencia y prevaricación administrativa en relación al litigio por los bienes del Monasterio de Sijena.

El exresponsable político ha expresado su deseo de que 2018 sea el año de la "rectificación" en relación al conflicto, tanto por parte del Gobierno central como de las propias instituciones de Cataluña.

Rectificación, ha subrayado, que "tiene que ver con la necesidad urgente e inmediata de abandonar el inmovilismo de algunos (en alusión a la administración central), y también, por la parte de Cataluña, de hacer todos los esfuerzos para configurar gobierno rápidamente".

A su juicio, el nuevo gobierno catalán debe de ser "un interlocutor que permita encauzar esta crisis tan sangrante para todos y tan inmerecida para el conjunto de la sociedad española y, aún más, para Cataluña".

En relación a la visión del conflicto hecha en su reciente libro, Vila ha asegurado no sentirse "ni héroe ni traidor, sino víctima de este momento tan desafortunado y tan impropio de una sociedad como la nuestra".