La consejera de Educación, Dolores Serrat, aseguró ayer estar "en buena sintonía" con la Universidad de Zaragoza, a pesar de las quejas y críticas procedentes del rectorado por la falta de acuerdo con el Ejecutivo acerca de un modelo de financiación y un plan de infraestructuras que la institución académica daba por cerrados.

Serrat incidió en que la consejería está "en permanente diálogo" con el campus y mostró su confianza en que el acuerdo pueda rubricarse. "Vamos avanzando y esperamos que haya un buen desenlace", apuntó.

En cualquier caso, la titular del departamento reiteró que cualquier solución definitiva queda emplazada a la publicación de los presupuestos de la comunidad. "En contra de lo que dicen otros, un plan de financiación debe estar siempre unido a la disponibilidad presupuestaria". En este sentido, Serrat podría haberse referido veladamente a las declaraciones realizadas la pasada semana por el portavoz del PAR, Alfredo Boné, que exigió a la consejería el nuevo modelo de financiación de la Universidad de Zaragoza. "Las limitaciones presupuestarias no son excusa para alcanzar un acuerdo con la universidad en el marco de la ley y si no se firma no será la primera vez que se sienta engañado en este tema", aseveró Boné.

Las últimas protestas del rectorado por la demora en el acuerdo no inquietan a Serrat. "Más que quejas, lo interpreto como una nueva manifestación de sus necesidades", expuso la consejera.