Un zaragozano salió literalmente calentito después de un servicio sexual con una prostituta de las que hacen la calle. Nada más salir del vehículo en el que mantuvieron relaciones, unos individuos le asaltaron por detrás y le robaron el dinero que llevaba encima.

La excusa, según la denuncia interpuesta en la Policía, fue que se le había pinchado una de las ruedas del coche que había sido escenario del encuentro sexual. Parecía un paraje perfecto, ya que reunía discreción, debido a que está a las afueras de la ciudad, y seguridad. Y es que está cerca de la carretera al polígono de Cogullada en la que decenas de meretrices ofrecen sus servicios. El más barato son cinco euros por practicar una felación. Sin embargo, el final no fue tan feliz como preveía.

COMPINCHADA

La mujer, una búlgara de 20 años bajo las siglas D. A. T., ya está en libertad después de declarar ante la juez de guardia, en presencia de su abogada Olga Oseira. Ella dijo que no estaba compinchada con los otros dos jóvenes, aunque las sospechas de la Policía giran todo lo contrario. La excusa era perfecta para que un cliente no solo pagara el servicio, sino también un extra, que fue de 50 euros. En realidad, el dinero que llevaba encima.

Mientras le pegaban con una piedra, ella salió huyendo. A pesar de su fuga, el hombre no dudó en ir a la Policía y denunciar lo ocurrido. El ataque tras mantener relaciones con una meretriz no fue impedimento para hacerlo público, teniendo en cuenta que muchos hombres prefieren mantenerse en silencio porque se avergüenzan de ello o porque lo ocultan en su ámbito familiar más cercano.

Un caso que podría parecer aislado, pero que el Cuerpo Nacional de Policía está investigando por si ha podido haber más víctimas.

TRATAS

En este episodio ocurrido durante la madrugada del pasado fin de semana deja entrever que no solo hay una víctima, sino que la joven que mantiene relaciones sexuales también lo es. Los investigadores también estudian su situación y si ella puede estar dentro de lo que se denomina comunmente como trata de mujeres.

La Mesa de la Prostitución que se reunió ayer en Zaragoza exigió a las administraciones públicas que se sienten con los colectivos sociales que trabajan en el ámbito de la prostitución y la trata, y redacten un protocolo permanente, como los que ya existen en Galicia y Cataluña, destinado a ayudar a las mujeres explotadas por bandas.

La trabajadora social de Médicos del Mundo Aragón, Erika Chueca, denunció que la mayor parte de las redadas policiales en burdeles están encaminadas a la detención de personas ilegales y no a la persecución de la trata y la ayuda a las víctimas.

Exigió que se cambie la concepción de redadas y que esas acciones estén encaminadas a ayudar a las víctimas de la "esclavitud del siglo XXI", tal y como apuntó la directora de la Casa de la Mujer, Pilar Maldonado.

La crisis también ha provocado un cambio entre estas mujeres, ya que el número de clientes se ha reducido.