Los sendos vuelos diarios que opera Air Nostrum desde Zaragoza con Frankfurt y Barcelona se mantendrán invariables, ya que ambos no sufren la competencia ferroviaria de la alta velocidad. El enlace con la ciudad alemana se sostiene gracias a los trabajadores que viajan entre las factorías de la multinacional Opel, por lo que su permanencia está asegurada por el momento. En el caso de la línea de Barcelona, sus usuarios puedan conectar en menos de una hora con el turbohélice Fokker 50, un trayecto que Renfe sólo garantiza hacerlo, en el mejor de los casos, en 2 horas y 49 minutos cuando el Talgo viaja por la línea de alta velocidad entre Zaragoza y Lérida y continúa por la vía convencional hasta la Ciudad Condal. El tren sólo será un rival para el aeropuerto cuando el Ministerio de Fomento acabe las obras del AVE en el 2007.