El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha acordado esta mañana la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de conjunto de interés cultural, lugar etnográfico, al sistema de bancales, casetas y "mosals" en piedra seca de Escartín, ubicado en el término municipal de Broto (Huesca).

Este conjunto constituye un testimonio de los aprovechamientos de la sociedad preindustrial en el Pirineo, vigentes en muchos pueblos altoaragoneses hasta primeros de los años sesenta del pasado siglo, momento en el que la emigración generalizada supuso importantes cambios en el mundo rural.

Se trata de un conjunto de construcciones que, casi en círculos concéntricos, rodea el núcleo deshabitado de Escartín. Se trata de elementos construidos en piedra seca y ligadas a actividades agropastoriles. Destacan las paredes de bancales, las casetas, las salineras, los pilones de pastores y los "mosals". Estas últimas estructuras son las más excepcionales del conjunto. En muchas zonas de Aragón son conocidos como "muideros" y tienen un carácter casi único en Aragón. Se trata de un recinto o corral específicamente destinado al ordeño, formado por tres paredes alargadas y abierto por uno de sus lados.

En este sentido, la piedra seca es un modelo del respeto e integración en el entorno rural de las generaciones que nos preceden y un ejemplo de sostenibilidad para la arquitectura actual.

En el caso del conjunto, ahora protegido, de Escartín es preciso destacar su diversidad tipológica, su singularidad y su estado de conservación, ya que, si bien se han conservado testimonios de arquitectura de piedra seca en las tres provincias aragonesas, el conjunto de piedra seca de este núcleo resulta excepcional por testimoniar un ejercicio de intensa antropización del paisaje.

En definitiva, la relevancia etnográfica del enclave, el interés de la técnica empleada en su construcción, el hecho de reunir diferentes sub tipologías constructivas propias de la arquitectura tradicional ligada al pastorea, así como los usos y conocimientos asociados al mismo, su buen estado de conservación y el valor ecológico-cultural del elemento, justifican su declaración como Bien de Interés Cultural.

UNA TÉCNICA RECONOCIDA

Precisamente, la UNESCO incluyó recientemente la técnica de la piedra seca en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad, el máximo reconocimiento y protección al que puede aspirar un bien inmaterial en todo el mundo, un proceso en el que contó con el apoyo y respaldo del Gobierno de Aragón.

En concreto, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte colaboró intensamente en la candidatura participando en la preparación del expediente y llevando a cabo distintas iniciativas. De hecho, la Dirección General de Cultura y Patrimonio declaró esta técnica como Bien Catalogado Inmaterial del Patrimonio Cultural Aragonés en 2016.