Cerca de mil mujeres víctimas de la violencia machista en Zaragoza son protegidas a diario y de forma específica por agentes pertenecientes a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Al frente de este servicio hay diez miembros, por lo que tan solo un policía tiene que cubrir a cien maltratadas. Dos de ellas están clasificadas dentro de un marco de asistencia calificado de «riesgo alto».

Una ratio que, según fuentes del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), dista de lo deseable que sería, al menos, duplicar la cifra de agentes que las asisten. Según el nivel de riesgo en el que son clasificadas por los juzgados de Violencia sobre la Mujer las funciones que tienen que desempeñar son diferentes.

El Ministerio del Interior es el que define el tipo de asistencia. Cuando se considera que la víctima está en «riesgo bajo» se le da un teléfono de contacto con las Fuerzas de Seguridad de Seguridad del Estado, quienes hacen contactos esporádicos con ella y se avisa al agresor de que cuenta con esta medida de protección. El considerado como «riesgo medio» es cuando la vigilancia suele ser ocasional y aleatoria, tanto en su domicilio como en su trabajo. Se le acompaña a gestiones, se le da teleasistencia y se comprueba si el agresor cumple el alejamiento.

El «riesgo alto» es cuando el agente realiza una protección de manera «frecuente y aleatoria». En muchos de los casos se le sugiere a la mujer un centro de acogida. Se controla esporádicamente al agresor y se le instalan pulseras telemáticas. El «riesgo extremo» implica una vigilancia permanente y un control exhaustivo del agresor.

NIVELES

Para calcular los riesgos, la víctima tiene que someterse a un cuestionario de unas 25 preguntas en la que tiene que destacar, entre otras cuestiones, si ella cree posible que el hombre se le acerque, si bebe o si la ha amenzado. Un programa informático es el encargado de determinarlos En lo que va de año, 40 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas, en total 967 desde el 1 de enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar. En Zaragoza han muerto dos mujeres por violencia de género, ninguna de ellas había denunciado.