Los ecologistas de Greenpeace han dado la voz de alarma tras la expedición que este mes de septiembre han realizado al Monte Perdido para documentar la desaparición de los glaciares pirenaicos. "Lo que nos hemos encontrado confirma lo que ya imaginábamos de los efectos más evidentes del cambio climático. Y es el estado preocupante de los glaciares, que desaparecerán en el 2050", declaró ayer Emilio Rull, miembro de la asociación y del grupo que participó en la expedición.

Esta conclusión también aparece en el estudio titulado Desaparición de glaciares pirenaicos españoles. Cambio climático a la vista , elaborado por científicos de la talla de los catedráticos Enrique Serrano y Eduardo Martínez de Pisón, o Fernando Lampre, presidente del Patronato de los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos. Este informe destaca que la superficie de los glaciares del Pirineo, en la vertiente española, ha disminuido de 1.779 hectáreas en 1894 a 290 hectáreas en el 2000. Esto supone que el 85% de la masa helada se ha fundido en cien años, aunque sólo en los últimos 20 años la reducción fue del 52%; y en la última década, del 30%.

"De seguir la tendencia del aumento de temperaturas por el cambio climático inducido por el hombre, podríamos pasar a apenas 65 hectáreas glaciares en el 2005 y a sólo nueve en el 2050. El siguiente paso sería su fusión entre 2050 y 2070", añadió Rull.

"Esta desaparición confirma la tendencia a un cambio climático causado por emisiones que calientan el planeta y de las que entre el 70% y el 80% provienen del sector energético", explicó.

Los Pirineos son la única cordillera de la península ibérica que posee glaciares en la actualidad. Aunque de los 27 glaciares y 9 heleros existentes en 1980 se ha pasado a únicamente 10 glaciares y 9 heleros en el 2000, siendo los más extensos los del Aneto, en el macizo de La Maladeta, y el Monte Perdido en el valle del Cinca.

"Los procesos y formas periglaciares van sustituyendo a los glaciares en la alta montaña pirenaica", aseguró. Así, sólo ocho glaciares rocosos están activos en el Pirineo: tres en Maladeta, dos en Panticosa, 2 en Posets, y uno en Cotiella.