El consejero de Política Territorial, Antonio Suárez, ha afirmado hoy que cuando fue vicepresidente del consejo de administración de Plaza no fue conocedor de ninguna irregularidad, aunque sí en términos políticos por falta de información en la gestión en algunos suelos.

Suárez ha añadido sobre los suelos que esta falta de información era sobre todo porque a veces no se sabía si gestionaba la empresa pública o el Departamento de Obras Públicas.

El consejero, que entre el año 2000 y julio de 2003 formó parte del consejo como primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza, ha asegurado que en los consejos se dada información puntualmente en torno a las expropiaciones y las adjudicaciones de la primera fase de urbanización, pero no respecto de la gestión de suelo, hasta el punto de que en algún consejo hubo "alguna bronca política".

Se ha referido concretamente a la venta de suelo por debajo del precio habitual a una empresa - Campus Informático-, aunque ha indicado que se consiguió que finalmente se le pagara a Plaza el precio normal, si bien se le benefició con una subvención del Instituto Aragonés de Fomento (IAF).

Suárez ha precisado que la mayor parte de las votaciones en el consejo se adoptaron por unanimidad porque debían ir "todos a una" para tirar de un gran proyecto en el que sumaban esfuerzos el Gobierno de Aragón y el ayuntamiento, que eran socios en Plaza al 80 y al 20 por ciento, respectivamente.

Tras indicar que pasados los dos o tres primeros consejos era difícil diferenciar si la gestión era de la empresa pública o del departamento de Obras Públicas, y poco a poco se empezó a "orillar" cada vez más al representante del equipo de gobierno municipal, ha insistido en que no tiene "queja" respecto de la información que recibía sobre las expropiaciones y las adjudicaciones en la primera fase de urbanización.

Pero sí sobre la gestión de algunos suelos, aunque ha asegurado que la pedía y que cuando votaba en los consejos consideraba que contaba con toda la información, aunque no sabe si había más.

Suárez ha hecho hincapié en que ha participado en muchos consejos de administración y en que para él, el más difícil con diferencia fue el de Plaza, porque debía buscar el equilibrio entre apoyar el proyecto y al Gobierno y el control de la gestión, lo que exigía buscar información permanentemente.

Ha precisado que las discrepancias que había se mantenían en la reserva del consejo de administración y que la más importante fue la venta de suelo a la citada empresa.

En cuanto a la licitación de obras con los precios "en blanco" para que los contratistas propusieran sus propios precios de las que ayer habló un técnico de la empresa Intecsa-Inarsa, Suárez ha asegurado que en las decisiones en las que participó fueron con cifras concretas.

Ha indicado, por otra parte, que la propuesta de nombrar como gerente de Plaza a Ricardo García Becerril -imputado en cuatro causas abiertas por malversación de caudales públicos en el desarrollo de Plaza- partió del exconsejero de Economía Eduardo Bandrés y la de Carlos Escó como consejero delegado, del Gobierno.

En cuanto a los 12.000 euros que se le pagaban a García Becerril como plus de productividad, ha señalado que la propuesta era acorde con los salarios medios de los altos gestores de empresas.