La temperatura media anual de Zaragoza ha aumentado 1,6 grados en 120 años, una tendencia que ha sido más acentuada en las últimas décadas, que se prolongará en años venideros y que afecta tanto a las máximas, donde el incremento ha sido mayor, como a las mínimas.

Ésta es una de las conclusiones del estudio científico sobre el impacto del cambio climático en Zaragoza que ha realizado el catedrático de Geografía y Ordenación del Territorio de la Facultad de Filosofía y Letras, José María Cuadrat, y que hoy ha presentado a los medios de comunicación junto al consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Jerónimo Blasco.

Cuadrat ha destacado que el calentamiento término se va a mantener en el futuro y ha resaltado que, además del comportamiento general de las temperaturas, existe el comportamiento de la propia ciudad, sobre el que sí se puede y se está actuando y para el que este estudio puede servir para anticipar los cambios y definir las estrategias de adaptación.

El informe, llevado a cabo por la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad en coordinación con la citada facultad, revela que desde los últimos cincuenta años las temperaturas no han dejado de crecer en la capital aragonesa y que los valores más altos se están dando en los primeros años de este siglo XXI.

Aunque en este tiempo el incremento térmico se ha producido en las máximas y en las mínimas, en el caso de las primeras el crecimiento es a mayor ritmo y han aumentado una media de 0,44 grados frente a los 0,33 de las mínimas.

Este calentamiento actual ha ido además acompañado, ha dicho Cuadrat, de cambios en los fenómenos climáticos extremos, con días y noches más cálidas y menor número de días fríos.

Así, las heladas han descendido año a año y en los últimos veinte años solo se han registrado 13 días con temperaturas inferiores a los 0 grados en Zaragoza.

Por el contrario, los días de calor extremo se han intensificado desde los años 80 y cada vez son más frecuentes las noches tropicales -en las que la temperatura mínima es superior a 20 grados- ya que se ha pasado de 89 en el periodo comprendido entre 1900 y 1930 a sumar 386 entre 1991 y 2010.

También ha aumentado de forma "extraordinaria" el número de días en los que la temperatura diaria alcanza en Zaragoza los 35 grados, ha apuntado.

El estudio ha recogido la información térmica disponible y registrada en diez observatorios de Zaragoza, de características y longitud temporal muy diferentes para reconstruir una serie única desde 1892 hasta la actualidad, lo que puede considerarse como una de las más largas de España.

Cuadrat ha insistido en que este comportamiento térmico de Zaragoza es "similar" al de otras ciudades españolas, aunque ha puntualizado que en ciudades del norte como Santander o La Coruña el incremento ha sido algo menor, en torno a 1,4 ó 1,5 grados, mientras que en otras poblaciones del sur el incremento ha sido algo mayor.

Aunque no se puede actuar ante el comportamiento de las temperaturas, Cuadrat sí ha subrayado que se puede hacer sobre el clima que crea la propia ciudad y, a este respecto, ha señalado que el estudio recoge la existencia de islas de calor, zonas como el Casco Histórico, las Fuentes, Delicias o el centro en las que las temperaturas son tres o cuatro grados más altas que en otras como Torrero, más alejadas y ventiladas.

Por ello ha incidido en que el clima "debe formar parte de la planificación y gestión urbana" que es donde sí pueden actuar las administraciones para reducir los riesgos y definir recomendaciones como la creación de zonas verdes o las edificaciones, toda vez que ha añadido que Zaragoza es "una de las ciudades más avanzadas" en el interés por el clima.

A este respecto, al consejero de Medio Ambiente ha señalado que el último indicador sobre emisiones de CO2 en la ciudad recoge un descenso del 19 % entre los años 2005 y 2013.

En el sector residencial esta disminución se sitúa en el 23,6 por ciento y en la movilidad en el 11,4, si bien ha habido "un gran aumento", del 400 %, en las emisiones de CO2 procedentes del sector de la aviación, que también se han incrementado en el sector industrial.