La térmica de Andorra apura sus últimas 10.000 toneladas de carbón con la vista puesta en las obras de desmantelamiento y a solo cuatro días de su cierre definitivo. Tras 40 años en marcha, la central de Endesa se apagará el próximo martes al no cumplir con la normativa europea de emisiones, una jornada en la que los trabajadores afectados ya han convocado una concentración para exigir garantías de futuro. La incertidumbre se centra ahora en saber cuando se iniciarán los trabajos para desmantelar la térmica, en los que se prevén recolocar buena parte de los 200 empleados de las subcontratas que se van a quedar sin trabajo. Endesa pretendía hacerlo en julio, para acompasar ambos procesos (el cierre y el desmontaje) y tratar de dar continuidad al empleo, pero la fecha sigue en el aire.

El director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, que este viernes ha visitado la central en la que será la última convocatoria para la prensa, no ha concretado mucho más de lo que ya se sabía al indicar que las obras de desmantelamiento comenzarán en el segundo semestre. «En el cuarto trimestre ya estarán en marcha», ha dicho Montaner, que sí ha avanzado que a lo largo de julio ya se conocerá la empresa que se encargará de realizar estos trabajos. Aunque se desconoce qué compañías están pujando por este contrato millonario, suenan nombres como ACS o Nervión Industries.

La crisis del coronavirus también ha afectado a la transición de la comarca, ya que provocó que Endesa no pudiera iniciar en abril los cursos para formar a las 200 personas que podrían llegar a trabajar en las obras de desmantelamiento. La eléctrica comenzará el próximo lunes el primero de los cuatro cursos, que durará cerca de tres meses. En cada uno de ellos participarán 50 personas. «El próximo año ya estarán trabajando una media estabilizada de unos 150 empleados», ha indicado Montaner. Las obras de desmontaje se prolongarán entre cuatro y seis años. El requisito que ha puesto Endesa es que al menos el 30% de los trabajadores que desmantelarán la central sean de la zona, si bien la adjudicataria recibirá una bonificación si se alcanza el 85%.

Lo que más preocupa ahora es que este decalaje de tiempo provoque que algunos empleados de las subcontratas se vayan ya de la comarca. Los 121 trabajadores propios de Endesa también están inquietos. Sobre el papel, la gran mayoría podrá acogerse al plan de bajas voluntarias para mayores de 50 años y otros serán recolocados. «Pueden estar tranquilos, se hará lo que hemos acordado», ha asegurado Montaner.

Mientras, la eléctrica insiste en que su plan de futuro para la zona es el mejor. «Hemos diseñado el mayor proyecto de renovables de Europa», ha destacado Montaner. La inversión rondará los 1.400 millones y entre otros, se levantarán 1.600 MW de plantas fotovoltaicas.

La térmica en cifras

Con una potencia total de1.100 megavatios, la térmica de Andorra es capaz de cubrir por sí sola la demanda eléctrica de Aragón durante medio año. En las últimas cuatro décadas ha producido 224.000 gigavatios hora, lo que equivale al consumo eléctrico peninsular en un año. Para ello ha necesitado 142 millones de toneladas de carbón (110 millones de lignito nacional y el resto importado). Las compras a empresas de la zona durante los años de explotación han alcanzado los 73 millones de toneladas, si bien el carbón que ha quemado también ha procedido de países como Sudáfrica, Australia, EEUU, Rusia o Chile. Con el objetivo de estabilizar sus emisiones, la central ha acogido inversiones superiores a los 400 millones de euros. Entre el 2006 y el 2012, Endesa inyectó por ejemplo 180 millones en distintas mejoras técnicas y operativas.