Las tormentas secas provocaron ayer varios incendios forestales en distintos puntos de la comunidad, aunque al cierre de esta edición todos estaban controlados. El de mayor importancia se produjo en el núcleo de Farasdués, entre Biota y Ejea, donde ardieron al menos 31 hectáreas de pinar. Las llamas provocadas al parecer por un rayo movilizaron varios retenes y equipos de bomberos, incluidas unidades aéreas: un hidroavión y un helicóptero.

El fuego, que se declaró sobre las tres de la tarde, quedó controlado pero no totalmente extinguido llegada la noche, lo que provocó que se quedara un retén de guardia para vigilar un posible rebrote.

En el término de Mequinenza también ardieron cinco mil metros cuadrados de pinar, mientras que en Bujaraloz fueron arrasadas 22 hectáreas que de rastrojos de campos de cereales ya cosechados. En Maluenda otro incendio afectó a unos mil metros cuadrados de matorral. Otros conatos se detectaron también en Fayón, Cubel y Bael, entre otras poblaciones.