La línea 1 del tranvía de Zaragoza cambió por completo la movilidad en la ciudad. Y no solo eso, también la escena urbana y los hábitos de los ciudadanos, obligados en muchos casos a hacer transbordo al autobús, algo que al principio no convenció.

El número de usuarios ha ido creciendo progresivamente. El año pasado lo cerró con 27,8 millones de usuarios, una cifra más baja que en el 2017, cuando fueron 28,2, pero prácticamente la misma que en años anteriores. En los últimos cuatro años, los pasajeros se han incrementado un 3,7%, más que el autobús.

El nuevo Gobierno municipal PP-Cs ha renunciado a seguir trabajando por la línea 2 del Urbos 3 al considerar que el eje este-oeste, tal y como estaba planteado, está bien cubierto con la red de autobuses. Además, alegan que las previsiones de pasajeros no justifican una inversión faraónica para unas arcas tan lastradas como las de Zaragoza. Así que, por ahora, no seguirán ampliándose.