--En poco tiempo se ha reunido varias veces con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que pronto va a visitar Zaragoza. ¿Es un apoyo explícito a su posible candidatura a las primarias a nivel federal?

--Susana Díaz, por su peso orgánico y preparación política, vigor, compromiso y capacidad de entusiasmarse, puede ser lo que quiera. Pero ella misma ha dicho que su futuro inmediato está en Andalucía. Se ha descartado para las primarias.

--¿Cuál sería su apuesta?

--Antes habrá que saber quién apuesta por sí mismo y quién se presenta. No conozco a nadie que lo haya dicho.

--Usted siempre ha defendido a Rubalcaba. ¿Sigue haciéndolo a pesar de su poca popularidad?

--Rubalcaba es un político de una gran valía víctima de la crisis política que hay en España. Ahí situaría yo la causa de su impopularidad, pero como dijo Felipe González, es la mejor cabeza en la política de este país y está haciendo un trabajo magnífico. Haga lo que haga en el futuro, se ha ganado un espacio de privilegio en la historia del PSOE.

--En unos días se abrirá el proceso de primarias. Defiende que sean cuanto antes en Aragón...

--Mi opinión la saben todos y el propio Rubalcaba. Espero que se celebren en marzo para centrar nuestro trabajo en lo realmente importante: el programa.

--¿Por qué el propio PSOE es tan duro con Belloch, siendo el principal cargo público que tienen en España junto al presidente asturiano y la presidenta andaluza?

--Tengo una buena relación con Belloch y no me duele en prendas decir que ha sido un gran alcalde de Zaragoza, que ha protagonizado la etapa de cambio de la ciudad más importante de la democracia y de los últimos 120 años. Respecto al futuro, tanto el de Juan Alberto como el mío dependen de dos variables: de su propia disponibilidad y del pronunciamiento del partido. A esos dos procesos se debe. Él no ha dado ni un paso.

--¿Y si lo da? ¿Le apoyaría?

--La posición del partido sería convocar primarias, como seguramente ocurrirá en todas las ciudades de España. No me puedo manifestar, no tiene sentido si aún no se ha pronunciado él, como tampoco pido a nadie que se pronuncie en mi favor.

--¿Teme que la gestión socialista en Plaza pueda manchar esta nueva etapa en el PSOE?

--Quiero que todo lo que ha ocurrido antes no arroje ninguna sombra de duda sobre el presente ni sobre el futuro. Colaboraré totalmente para que se esclarezcan los hechos y se depuren responsabilidades. No creo que haya implicaciones políticas. Imputaciones a cargos políticos solo ha habido una y en ese caso habría mucho que hablar sobre la causa de la imputación. Asistimos a un hecho curioso, el PP tiene un problema muy serio con la corrupción en todas partes y como estrategia el Gobierno de Rudi se empeña con entusiasmo en extender una mancha de duda sobre toda la gestión del Gobierno de Iglesias para evadir sus responsabilidades. Habría mucho de lo que hablar.

--¿Como qué?

--Por ejemplo, de la gestión en la CAI. En las cajas se han producido casos truculentos y la CAI es el mejor ejemplo. Conocemos las víctimas, que son la entidad y los aragoneses, pero no sabemos aún quiénes han sido los beneficiarios, los que tuvieron créditos muy favorables y obtuvieron grandes réditos. Sería bueno que Rudi se afanara para conocer todo eso.

--Pero se han propuesto comisiones de investigación y ni el PP ni el PSOE han mostrado mucho entusiasmo en que se celebren...

--Nuestra disposición es que se investiguen de todas las cuestiones que la sociedad aragonesa quiera. De Plaza se sabrá toda la verdad y no estaría mal que se supiera de la CAI.

--¿Aprenderemos de los errores o se caerá en los mismos cuando se supere la crisis?

--Soy autocrítico. Gestionamos una etapa de mucho crecimiento y se pusieron muchos mecanismos de control. El propio Iglesias contrató a una empresa supervisora para vigilar a Plaza, pero está claro que los controles no fueron suficientes. Debemos aprender de la crisis y asumir nuestra responsabilidad.

--Tanto el PP como el PAR amenazan con los peligros que supondría la llegada al poder de un tripartito de izquierdas. ¿Ve cerca esa posibilidad?

--Es una maniobra propagandística de la derecha política y fáctica aragonesa tratando de asustar a la opinión pública para ocultar sus carencias y las causas por las que pierden votos, que son por su incapacidad. Nosotros hacemos un programa autónomo y nunca hemos hecho programas para compartirlos con otras fuerzas. ¿Tripartito? No. Si acaso compartimos la posición de un multipartito formado por todos los partidos de España, que se oponen a las políticas del PP. Todos menos el PAR, claro.

--Usted siempre se ha mostrado más partidario de un pacto con CHA e IU que con el PAR.

--De cara al futuro no sé lo que hará el PSOE. Sería excesivo adelantarse. Es cierto que yo en la DPZ tuve unas excelentes relaciones con CHA e IU. Soy de izquierdas. Es cierto que el PSOE gobernó con el PAR. Con este PAR es evidente que no.

--¿Le sorprende el giro de Biel, que gobernó 12 años con el PSOE y ahora es hipercrítico con su partido?

--Quien pactó en 1999 con el PSOE fue su antecesor, José María Mur, de una altura política muy superior. El PSOE tendría muchas dificultades para pactar ahora con alguien como Biel, que representa todo aquello que los ciudadanos repudian en un político.