En los próximos dos años se jubilarán más de 200 profesores de la Universidad de Zaragoza. Esta es una consecuencia directa de la plantilla «envejecida» y «escasamente motivada» que arrastra el campus público. Una situación que preocupa especialmente a su rector, José Antonio Mayoral, según declaró ayer ante los diputados de las Cortes de Aragón. Además, advirtió que mantener esta estructura aquilosada «sale muy cara» por la acumulación de quinquenios y sexenios.

Entre los aspectos positivos destacó la puesta en marcha de la ley de la ciencia, que consideró buena para el futuro y para poder mejora las infraestructuras. Así como la apuesta decidida por las dobles titulaciones y por avanza en «procesos de internacionalización y transferencia tecnológica».

En su comparecencia ante los diputados, Mayoral reiteró en numerosas ocasiones las consecuencias de la falta de fondos. «Nos preocupa mucho la falta de financiación, porque eso se liga a los resultados obtenidos», insistió tras evidenciar que las relaciones políticas han sido «bastante buenas» hasta ahora. «Nos hemos sentido muy acompañados por ustedes, la colaboración nos hace referentes», dijo.

Celebró que se está reduciendo la deuda «de forma razonable», pero todo ello sin olvidar que se está «al límite». Algo que no impide avanzar en la creación de cátedras en las distintas ramas, en la puesta en marcha de empresas asociadas y en la recuperación de fondos a través de las patentes. «Se ha aumentado la cooperación con el sector privado, pero se ha perdido con el sector público», resumió.

oferta atrayente / Frente a esta situación, Mayoral lamentó que la universidad pública no sea capaz de realizar una oferta atrayente. «No somos atractivos para atraer a gente muy preparada si pagamos un nivel 26. ¿Creen que un doctor que vuelve del extranjero se querrá quedar si solo le puedes ofrecer 22.000 euros brutos durante cinco años y luego ya veremos?», planteó.

Como ejemplo práctico y actual de que la carrera universitaria ya no es atractiva para muchos investigadores, debido al esfuerzo que supone y las pocas recompensas que se pueden ofrecer, indicó que en las ramas relacionadas con las matemáticas se han quedado plazas sin cubrir por falta de interés. Un hecho que contrasta con la demanda laboral de la carrera.

En estos momentos la Universidad de Zaragoza está cubierta financieramente por el Gobierno de Aragón en un 85% y acaba de presentar su presupuesto al consejo social después de llevarlo a la oficina de control presupuestario y de control interno.

Sobre la rebaja de las tasas universitarias impulsada por la DGA, Mayoral reconoció el empeño de hacer la institución «más flexible», pero advirtió que la medida ha supuesto una pérdida de ingresos de 600.000 euros.

Y para asegurar esta forma más ágil de trabajar en los campus académicos, a los grupos les exigió que se «resuelva» la ley de contratos públicos que ha limitado muchos laboratorios de investigación con una burocracia innecesaria.