Enero, frío y epidemia de gripe son síntomas latentes de problemas y saturación en los servicios de urgencias de hospitales. No solo ocurre en Aragón, la dinámica se repite estas semanas en los centros sanitarios de todo el país. La situación parece cada vez más asfixiante y lo cierto es que lo es porque las atenciones se han disparado y ahora se atiende a 71.582 pacientes más que hace siete años. Esto supone un subida de casos del 13,3%.

El pico se alcanzó en el 2019, cuando se registraron 610.400 urgencias atendidas en los diez hospitales públicos de la comunidad, mientras que en el 2013 las atenciones fueron 538.818. Además, según los datos a los que ha tenido acceso este diario, la barrera de los 600.000 se superó en el 2017 y, desde entonces, ya no ha vuelto a bajar.

El promedio de urgencias al mes en Aragón asciende a 48.506, según el histórico de los últimos siete años, y este dato roza los 51.000 pacientes durante diciembre, los 50.600 en marzo y los 50.200 en enero.

Si se analiza la evolución en el último año, en el 2018 se hicieron 600.512 atenciones frente a las 610.400 registradas en el 2019, lo que implica un incremento en el número de urgencias atendidas de un 1,65%. El porcentaje es tímido, pero en el número de consultas son 9.888 atenciones más en un sistema sanitario que mantiene las mismas infraestructuras, recursos y personal. Y con una población aragonesa cada vez más envejecida que presenta patologías crónicas en muchos casos.

Más de 1.600 al día / Solamente durante el 2019, se atendió cada día a una media de 1.672 urgencias en la red de hospitales y el porcentaje de ingresos solicitados fue del 11,57%. A pesar del incremento de atenciones el año pasado, el número de hospitalizaciones fue menor que en el 2018 (11,85%).

Lo que determina el nivel de complejidad de la urgencia del paciente es el triaje, una valoración que se hace en el momento en el que el usuario accede al servicio. Los niveles quedan establecidos entre el I y el V (de más a menos urgencia) y con esta fórmula también se puede estimar cuántos pacientes podrían haber sido atendidos en Atención Primaria (en el centro de salud) y no en un hospital. De hecho, en numerosas ocasiones las urgencias están saturadas y el pico asistencial se dispara porque hay usuarios que optan por ir al hospital aunque su dolencia no sea grave.

Primaria u hospital / Durante el 2019 hubo 320.589 personas que fueron a urgencias y quedaron clasificadas en el nivel IV, según los datos de Sanidad, mientras que 44.783 se registraron en el V. Se trata de los indicadores menos graves, pero desde la DGA precisan que «no es correcto afirmar» que la suma de los pacientes clasificados en IV y V «son todos aquellos que no deberían acudir a un hospital».

El matiz está en que muchos usuarios que son nivel IV acuden a urgencias por algún tipo de prueba diagnostica que en el centro de salud no se les puede realizar y, por tanto, son derivados por necesidad a urgencias.

En este sentido, Sanidad sí afirma que los clasificados en nivel V no tendrían que haber ido a urgencias (es decir, 44.783 en el 2019), mientras que en los clasificados en el IV de triaje la estimación es que un 40% también lo podría haber evitado. Esto supone que unas 12.800 personas de las 320.589 que se registraron en el nivel IV durante el 2019 también podrían haber ido al centro de salud.

La suma de ambas cifras, teniendo en cuenta los porcentajes sobre los que se mueve el Salud, arroja la estimación de que unos 57.600 usuarios no sufrieron una dolencia que precisara hacer uso del servicio de urgencias de los hospitales.

Por hospitales, la mayoría de pacientes con complejidad menor se concentraron en el hospital Clínico de Zaragoza, seguido del Servet y el Royo Villanova. A la inversa, los que tenían un cuadro grave y de asistencia urgente acudieron más al Servet, seguido del Clínico.

¿En función de qué se determina la complejidad del paciente?

Aragón dispone desde el 2006 de un sistema de clasificación de pacientes (triaje), que ordena a los usuarios según el nivel de urgencia con el que llegan al hospital. Sigue las recomendaciones de los estándares internacionales:

—Nivel I: Se adjudica a los pacientes que requieren resucitación, con riesgo vital inmediato. Tiempo de atención inmediato.

—Nivel II: Pacientes en situación de emergencia o muy urgentes. Son situaciones de alto riesgo, con inestabilidad fisiológica o dolor intenso. Tiempo de atención de enfermería inmediato y por parte del facultativo en 15 minutos.

—Nivel III: Situaciones urgentes, de riesgo potencial, que generalmente requieren múltiples exploraciones diagnósticas y/o terapéuticas. Tiempo de atención en 30 minutos.

—Nivel IV: Casos menos urgentes, potencialmente serios y de una complejidad significativa. Suelen necesitar una exploración diagnóstica y/o terapéutica. Tiempo de atención en 60 minutos.

—Nivel V: Pacientes no urgentes que generalmente no requieren exploración. Tiempo de atención en dos horas.