-¿Cómo se siente uno al arrebatar la Alcaldía a alguien que lleva 20 años ocupándola?

-La verdad es que fue una sorpresa, somos un equipo nuevo y había previsión de mantener los concejales, pero al ir llegando los resultados y haber tal diferencia, con un 15% de incremento de votos, fue una gran alegría. La bajada del PSOE no estaba en las quinielas y nuestro crecimiento no sé a qué fue debido, quizá a que hemos renovado mucho la lista con gente procedente de la empresa y el asociacionismo y la gente se ha ilusionado.

-¿Tuvo algún problema con Antonio Coscullela en el relevo?

-En absoluto, lo conozco desde hace años, cuando yo presidía el Club Atletismo Barbastro, y hay muy buena relación, ha asumido la situación con nobleza y dignidad. Incluso hubo gente que se sorprendió de las palabras que nos dedicamos en el pleno de investidura.

-¿Tras 20 años hay que levantar muchas alfombras, piensan hacer una auditoría?

-Preveíamos hacerla, pero los propios trabajadores y técnicos nos han puesto al día de la situación. Están siendo semanas de mucho trabajo, de hablar con todas las áreas para ver cuáles son sus necesidades. Lo que estamos viendo es que hay un gran déficit de personal y de material, como la flota de vehículos, que está muy envejecida. Necesitaremos meses para ponernos al día. Los trabajadores y técnicos están muy bien valorados, pero hay cierto conformismo, aposentamiento, y queremos renovar e ilusionar al personal municipal.

-¿Entonces no han encontrado ningún agujero en las cuentas ni facturas en los cajones?

-Sinceramente, nada que se pueda achacar a la anterior corporación más que el tema de personal, lo que pasa es que esto condiciona mucho el día a día. Al estar pocos, el trabajo se atasca y se genera la sensación de que en el ayuntamiento no se hace nada, pese al esfuerzo de los funcionarios. Es una idea que hemos cambiado en el poco tiempo que llevamos. Para este año ya va a ser complicado cambiarlo, pero intentaremos crear una bolsa de trabajo o convocar puestos con los presupuestos del año que viene, para dar desahogo.

-¿Ha causado tensiones a nivel autonómico contar con el apoyo del PAR, prevé complicaciones por ser de los pocos grandes municipios oscenses del PP?

-En mi caso tensiones ninguna, yo soy independiente, y agradezco al PP provincial que me diera total libertad para negociar con todos, desde el PSOE hasta Vox. Los problemas los veremos día a día, pero el PP también gobierna en Monzón y Fraga, lo lógico es que no haya complicaciones.

-¿Ya tienen perfilada la estructura municipal?

-Tenemos las áreas más o menos asignadas, no cerradas. A Ciudadanos le ofrecimos entrar con dos concejalías y mantener siete, pero de momento la negociación no avanza. Si no, asumiremos todas con nuestros 6 concejales.

-¿Qué prioridades tiene para la ciudad?

-Una de las cosas que más se nos ha demandado es la limpieza y los solares abandonados, además del desarrollo industrial, claro. Dentro de lo posible será lo primero, embellecer la ciudad y aprovechar de alguna forma los solares vacíos, como aparcamientos o zonas de ocio, hasta que se puedan construir. En cuanto a la industria, en el polígono Valle del Cinca hay mucho que desarrollar, tendremos que estudiar incentivos fiscales y buenos precios para que a corto-medio plazo podamos atraer a algunas empresas. Hay dos o tres interesadas pero con conversaciones muy informales, hay que concretar.

-¿Reclamará alguna mejora en el hospital?

-Dado el lugar en el que estamos, el hospital abarca mucha población y está muy limitado en cuanto a personal, es una guerra constante. Intentaremos mediar con la DGA para que se mantenga la calidad.

-¿Y en el asunto de los bienes, qué puede hacer el consistorio?

-Ir siempre de la mano del obispado, darle apoyo y respaldo para que los bienes vuelvan a los lugares de donde nunca debieron salir. Como buenos aragoneses, no reblaremos.