La nueva licitación para construir el hospital de Alcañiz será "después del verano" si los plazos administrativos tras la rescisión del actual contrato con OHL-Dragados se cumplen. Así lo ha asegurado este lunes la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, durante su comparecencia en el pleno de las Cortes donde, sin detallar plazos, ha asegurado que "en la mayor brevedad posible" se retomarán las obras.

Ventura, que ha explicado ante los parlamentarios cómo han transcurrido los hechos y ha vuelto a señalar que "la única culpable" de la situación es la empresa, ha apuntado que ha sido "muy penoso y desagradable" tener que tomar la decisión de finiquitar un contrato. "Criticar es muy fácil", ha señalado en referencia a las palabras vertidas desde la oposición a su gestión, "pero los consejeros estamos para eso y para tomar decisiones", ha dicho Ventura. "El crédito y la disponibilidad presupuestaria siempre estuvieron ahí, pero la empresa no ha presentado nunca resultados. Es obvio que las obras iban lentas y no lo he negado nunca, pero hasta que la dirección de obra no nos confirmo la inviabilidad técnica de asumir los plazos no pudimos tomar decisiones", ha apuntado la consejera.

Bajada temeraria

Ventura ha explicado que el compromiso del contrato fue de 57 millones, para construir el hospital en 52 meses. La UTE OHL-Dragados ofreció un aval de 2,3 millones y los trabajos "se adjudicaron a la empresa, entre 17 ofertas más, por tener una mejor valoración conjunta", ha explicado. En este punto ha detallado que OHL-Dragados hizo una reducción del 28,83% del contrato, hasta dejarlo en algo más de 57 millones. "Rozó la bajada temeraria, pero no entraba en ella. Por tanto, y por imperativo legal, se tuvo que adjudicar la obra. Así que las empresas son responsables de una oferta que pudieron hacer con descuido o negligencia y que sus modificados que nos han pedido ahora eran inasumibles por estar al margen de los supuestos legales", ha señalado.

Ante esta situación, Ventura ha dado por hecho que el tema de la rescisión del contrato terminará en los tribunales, ya que ambas partes van a pedir indemnizaciones.

Además, ha explicado que tanto ella como el propio presidente Javier Lambán han mantenido reuniones en los últimos meses con la empresa para no tener que paralizar las obras, pero pese a "explorar todas las vías posibles" no hubo acuerdo. "Aceptar lo que pedían era un proyecto modificado y eso es algo que no está amparado por la ley, de ahí que se rescindiera el contrato", ha dicho.

La nueva licitación se hará ya por lotes (igual que el hospital de Teruel) y eso evitará que grandes empresas se hagan cargo de la obra. "Ninguna gran compañía tendrá una gran opción y los plazos son más claros porque tienen fecha de inicio y de final", ha señalado.

Críticas desde la oposición

Durante el turno de los grupos parlamentarios, la portavoz del PP en Sanidad, Ana Marín, ha tachado de "poco creíble" la gestión de Ventura y ha critica su "silencio" durante 40 días. "Alcañiz ha perdido dos años y si los problemas jurídicos existían, no pasan en un día. Por tanto, usted ya debía saber, cuando estaba en la Secretaría Técnica, que había que corregir deficiencias, pero miró hacia otro lado y ahora la culpa solo la tiene la empresa", ha dicho Marín.

Desde Izquierda Unida, Álvaro Sanz ha pedido garantías a la DGA de que "no vuelva a suceder" lo que ha pasado con Alcañiz y ha solicitado "no ceder ante los chantajes de las multinacionales". Desde el PAR, Esther Peirat ha criticado la "falta de profesionalidad" de OHL-Dragados. El portavoz de Vox, Santiago Morón, ha apuntado a la "flagrante" gestión del Departamento de Sanidad con la obra, mientras que desde CHA Isabel Lasobras ha pedido "adecuar" el proyecto "cuanto antes".

Desde Podemos, Marta Prades ha considerado que la comparecencia de Pilar Ventura "llega tarde", pero ha pedido "celeridad" para adjudicar el contrato. Por su parte, Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, ha cargado duramente contra los argumentos de Ventura, de Sanz (IU) y también contra los de Prades (Podemos), a quién ha preguntado "¿Cuánto tardará en ir con la pancarta allí a protestar?", ha dicho. "Estoy de la extrema izquierda hasta las narices, de su doble moral. La izquierda tiene gula. Ahora toda la culpa es de la empresa, y no digo que no tenga parte, pero por favor. Usted (le ha dicho a Ventura) es la última de una lista de incumplimientos. Tenía que haber tenido allí a los técnicos de DGA para ver si los trabajos se estaban cumpliendo", ha dicho Ramiro.

Ante esta tesitura, Prades ha pedido al presidente de las Cortes, Javier Sada, intervenir por "ofensas hacia mi persona" por parte de Domínguez, pero Sada le ha apuntado que la replica se ha producido "dentro del debate" y, por tanto, no tenía derecho a esa intervención.