La derogación del trasvase del Ebro cubrió ayer su último trámite: el pleno del Congreso de los Diputados, con la sola excepción del PP, dio el visto bueno al real decreto del Gobierno central que elimina de la planificación hidrológica esta polémica obra. Y decidió tramitar como proyecto de ley urgente la alternativa del PSOE para cubrir el déficit hídrico de las cuencas levantinas. Esa norma, según la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, podría estar lista en febrero del año próximo.

La sesión plenaria fue muy agitada. Diputados populares recibieron a la ministra de Medio Ambiente con carteles protrasvase e incluso corearon frases como Agua para Almería o Agua para todos , informó Efe . Y el parlamentario de CHA, José Antonio Labordeta, tuvo un serio incidente dialéctico con diputados del PP.

Pero los votos mandaron: 185 a favor de la derogación del trasvase frente a 141 en contra. El PP se negó a aceptar el decreto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que ha enterrado el macrotrasvase del Ebro proyectado por los populares. Y todo el resto de la Cámara aceptó la decisión de los socialistas y dijo sí a la eliminación de la cesión de agua.

La Cámara fue prácticamente unánime al respaldar la declaración de urgencia para el proyecto de ley que recoge la alternativa del PSOE a la transferencia de agua: 324 a favor y 1 abstención.

Después de la votación, Cristina Narbona comentó que esta alternativa podría estar lista en febrero del próximo año, dado el carácter urgente de la tramitación, que continuará después de las vacaciones de verano, en septiembre.

UNA ELEVADA INVERSION En el pleno, la ministra destacó que la propuesta del PSOE es mejor que el polémico y contestado Plan Hidrológico Nacional (PHN) que hizo el PP, porque contiene más de cien actuaciones urgentes y una inversión de casi 3.800 millones de euros (400 menos que el plan de los populares). Reutilizar aguas una vez depuradas, modernizar sistemas de distribución y desalar son las apuestas principales de la opción socialista.

La portavoz de Medio Ambiente del PP en el Congreso, María Teresa Lara, consideró que el de ayer era "un día triste para Levante" y acusó a Narbona de paralizar el trasvase "sin diálogo y sin consenso".

José Antonio Labordeta, en nombre del grupo Mixto, mostró su satisfacción por haber puesto punto final a la "dura guerra" del agua.

Josep Maria Guinart, de CiU, partido que votó a favor del PHN del PP, pero que luego cambió de postura, reclamó una correcta gestión del plan alternativo. La ministra le prometió que colaborará con el Gobierno catalán para proteger el Delta.