Los días pasan. Y las respuestas desde el departamento de Innovación y Tecnología del Gobierno de Aragón continúan sin llegar. Los cerca de 150 alumnos de másteres de la Universidad de Zaragoza que han sido excluídos por primera vez de las becas de doctorado de la DGA al no contar con este título formativo --anteriormente no se pedía tener el máster finalizado-- siguen "a la espera" de una reacción por parte del departamento presidido por Aliaga.

Pero esa paciencia "ya desespera", dicen algunos. Y la incertidumbre está llevando a muchos estudiantes a buscarse la vida fuera de España para continuar con una labor de investigación financiada que en Zaragoza, hoy por hoy, resulta imposible tras el cambio de requisitos establecido por la DGA. Y quien no se ha ido más allá de las fronteras, se lo está planteando. Es el caso de Marc Bellés y Mari Paz Quílez, dos de los cerca de 150 alumnos afectados por esta situación.

Bellés se licenció el curso pasado en Veterinaria y "acto seguido" se apuntó al máster de Investigación en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. "Ese curso ya va dirigido a empezar el doctorado y ambas cuestiones se complementan", apunta. Sin embargo, el giro "inesperado" en las condiciones de la beca dejó a este alumno de Castellón "descolocado" en su planteamiento. "A nivel académico, se corta la investigación. Y a nivel económico, nos supone un gasto", apunta este estudiante de Castellón. "Este año no nos podemos presentar y tampoco sabemos si el próximo año saldrá convocatoria en febrero o no. El caso es que estamos cursando el máster y cuando lo finalicemos, ¿qué hacemos? Estaremos unos meses de vacío, a la espera de si sale o no convocatoria. Me he planteado buscarme un trabajo de media jornada y seguir aquí, pero también es cierto que he pensado en volver a Castellón", asegura.

Bellés matiza que "la situación se solventaría en parte si la DGA cambia la petición de tener el máster a fecha de firmar el contrato de doctorado y no a fecha de enviar la solicitud".

Por su parte, Mari Paz Quílez sí tiene finalizado su máster de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, no puede optar a la beca de la DGA porque el texto también exige a los demandantes --con el máster finalizado-- que hayan sido admitidos antes en un doctorado para poder firmar el contrato. "No sabía si iba a tener financiación durante cuatro años, porque no sabía si habría becas, así que no me matriculé y ahí la condición que me excluye", explica Quílez. Con la incertidumbre de su investigación en el horizonte, esta joven de 24 años procedente de Alagón también baraja la opción de salir fuera. "Me estoy planteando hacer prácticas fuera, porque te ofrecen buenos contratos para hacer un doctorado. Aquí, la cosa está difícil", puntualiza.