Durante cuatro días -desde hoy hasta el domingo- el III Congreso Internacional de Inteligencia Emocional y Bienestar convertirá a la capital aragonesa, «en el centro de la inteligencia emocional, no solo en España sino a nivel internacional», afirmó Juan Antonio Planas, presidente de Asociación de Pisicopedagogía Aragonesa (AAP)

Aplicar la inteligencia emocional a los ámbitos más importantes de nuestra vida es el mensaje de la APP que ha organizado por tercera vez un congreso en torno a ese tema al que acudirán más de 500 personas.

La cita ofrecerá 25 talleres, 161 comunicaciones, 6 ponencias, 39 pósteres dinámicos y 14 simposiums. Ponentes de reconocido prestigio de España, Europa y América como Javier Urra, Pablo Fernández-Berrocal, Winni Schindler, Carmelo Vázquez, Mar Romera o Dragos Cirneci se darán cita en «un programa muy denso que propone que se incluyan sus conclusiones en el Pacto Social por la Educación», afirmó Planas. «Es importante que se trabaje en la formación inicial del profesorado y debe implementarse la inteligencia emocional en todas las etapas educativas, de manera transversal en todas las áreas; detrás de cada alumno con fracaso o detrás del acoso escolar hay muchos problemas emocionales sin resolver», añadió.

Otra de las propuestas será instaurar el día de la clausura del congreso, 21 de mayo, como Día Internacional del Halago: «Hemos de acostumbrarnos a destacar lo positivo, decírselo a los demás y pasar por alto lo negativo; que se digan cosas bonitas, pero que sea verdad», señaló Carlos Hué, responsable del comité científico.

Pero no solo el ámbito de la psicología o de la educación estarán presentes. También habrá ponencias sobre la psiconeuroinmunología, ciencia que determina que los estados de ánimo influyen en la salud, es decir, «el estrés o la ansiedad nos hacen enfermar mientras que estados de ánimo optimistas mejoran nuestro sistema físico», afirmó Hué. O en el ámbito empresarial y laboral: «Una organización emocionalmente positiva produce más y mejores servicios con menor coste, sobre todo genera climas positivos entre sus trabajadores».