El Casademont Zaragoza hace frente este domingo (18.30 horas) a una de las fechas marcadas en rojo en este calendario de final de año. El Real Madrid visita el Príncipe Felipe en calidad de líder de la clasificación con tan solo una derrota y con una mejoría sensible en la Euroliga. En sus visitas a la capital aragonesa, el Casademont tan solo ha podido arrebatarle un triunfo. Fue en la temporada 2010-2011 cuando el grupo entrenado por José Luis Abós consiguió alzarse con la victoria. Desde entonces, los envites se cuentan por victorias blancas. El tercer clasificado de la competición pondrá a prueba al todopoderoso Real Madrid.

No se equivocaba Porfirio Fisac al calificar el encuentro de este domingo como una cita «al límite» donde el equipo se tendrá que exprimir para tratar de batir al Real Madrid. El entrenador del conjunto rojillo realizó un llamamiento a plantilla y afición para remar todos en la misma dirección en el mes más importante del año. El equipo jugará en este periodo cinco partidos en casa que determinarán sus opciones de Copa del Rey y la posibilidad de clasificarse para la siguiente ronda de la Basketball Champions League.

La primera piedra en el camino es el Real Madrid. El equipo de Pablo Laso posee una holgada amplitud de plantilla tanto en variantes tácticas como técnicas con jugadores que marcan la diferencia en el baloncesto europeo. Tavares, Campazzo o Deck son jugadores referencia en la Liga y Fisac avisó que «si el equipo quiere tener opciones de ganar debe llevar a los madrileños al máximo nivel físico».

SIN LLULL / No podrán contar con Sergio Llull ya que sufre una lesión muscular en el bíceps femoral derecho y estará fuera de las canchas varias semanas. La baja del internacional es importante ya que es el máximo anotador y asistente de los blancos con 13,2 puntos y 3,3 asistencias por partido. Vienen de ganar en Euroliga al Zenit ruso y suman seis victorias seguidas. Hasta ahora, los blancos dominan en Europa y en la competición doméstica pero a un partido todo puede ocurrir.

El Casademont regresa al Príncipe Felipe para intentar recuperar su mejor versión. No serán de la partida Seibutis, que continúa con el tratamiento específico debido a sus molestias en la espalda y Fran Vázquez, que no se ha recuperado de su rotura fibrilar y no se tomarán riesgos. Por otro lado, Alocén se enfrentará a su club de propiedad ya que a partir del verano que viene pasará a ser uno más de la plantilla blanca.

El Casademont de esta temporada se ha familiarizado con las remontadas. El equipo rojillo está acostumbrado a pelear los partidos hasta los minutos finales como ya sucedió en Sevilla y ante Manresa. En esta ocasión, en un duelo con más sentimientos que obligaciones, la contundencia del rival no permitirá prebendas y la concentración desde el inicio debe ser completa. El Real Madrid exigirá el máximo nivel competitivo de los jugadores y el equipo ha demostrado que puede alcanzarlo como se vio el día de la victoria ante el Barcelona. Un día importante para medir el valor del equipo y la afición, tal y como acuñó Fisac. «Vamos a matar por estar al más alto nivel».