La plantilla del Casademont Zaragoza se ha reencontrado en su segunda semana de vuelta al trabajo en el pabellón Príncipe Felipe. Para el aragonés y director del juego del equipo, Rodrigo San Miguel, ha sido una auténtica liberación poder entrenar desde el lunes junto a sus compañeros después de hacerlo de forma individual. “Ha sido una sensación bonita, teníamos muchas ganas de volver al trabajo y deseando estar con ellos, disfrutar y compartir el balón es lo que nos gusta y lo que queremos”, indica el zaragozano. Tras dos meses de parón, el base ha podido volver a pisar el parqué y sentir la dinámica del trabajo en grupo. “Llevábamos mucho tiempo encerrados o entrenando por nuestra cuenta y no es algo cómodo”, asegura San Miguel.

De ahora en adelante, está en manos del cuerpo técnico adquirir el gran ritmo competitivo que había alcanzado el grupo está temporada para abordar el exigente final de temporada. “La progresión está siendo paulatina, las cargas se están controlando muy bien, así que no tengo ninguna queja”, afirma Rodrigo San Miguel, acerca de los esfuerzos físicos que están asumiendo y que están a cargo de Isaac Caseras, preparador físico del conjunto aragonés. “Se va llevando bien, no hay nada que me esté costando especialmente y me encuentro muy bien”, apunta el aragonés.

De esta forma, el plan de trabajo para el plantel del Casademont está trazado y avanza día a día. “La primera semana fue de entrenamientos individuales, con algo más de carga física y esta ya con más contacto de balón”, celebra el aragonés, que espera que tanto él como sus compañeros tengan una puesta a punto óptima. “Estoy contento de que el proceso sea bueno, no haya ninguna molestia y eso es importante para que no haya lesiones”, concluye Rodrigo San Miguel.