El puente de la Constitución y de la Inmaculada está a punto de empezar y el sector turístico cuenta con una mala previsión de ocupación, ya que solo entre un 10 y un 20 por ciento de los hoteles del Pirineo tienen previsto abrir este puente por falta de reservas.

La ocupación en los alojamientos de turismo rural también es muy escasa y apenas llega al 20 por ciento.

El tiempo no acompaña y los únicos clientes que pueden acudir son de la provincia de Huesca debido a las restricciones de movilidad que imponen los confinamientos. El presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón, Luis Terrén, ha considerado que se plantea un invierno muy complicado para el sector.

Así, Terrén ha dicho que "perder un puente de la Constitución y una Navidad supone poner en una situación muy complicada, tanto a las estaciones de esquí como a los establecimientos de hostelería", y "hay que ir empezando a pensar en cómo se va a ayudar a todas estas empresas damnificadas, hay que pensar en un plan de recuperación".

La situación es parecida en el valle de Tena, donde una decena de alojamientos estarán abiertos para este próximo puente. Las restricciones en movilidad y las limitaciones de consumo en el interior de los establecimientos de hostelería hacen inviable la apertura de la mayoría de los establecimientos en un puente muy importante para el sector y que suele marcar el inicio de la temporada de invierno.

Uno de los complejos con más capacidad, el Balneario de Panticosa, ha retrasado su reapertura hasta el próximo 21 de diciembre.

Por su parte, en Benasque calculan que sólo estará disponible el 15 por ciento de la oferta hotelera del valle. El presidente de la Asociación Turística del Valle de Benasque, José María Ciria, confía en que empiece a haber movimiento. "El puente se ha dado por perdido, pero habrá movilidad en la provincia y creemos que bastante gente se moverá al Pirineo, así habrá negocios que estarán abiertos y otros muchos seguirán cerrados".