A una semana del gran partido en el Bernabéu, el primoroso encuentro firmado ante el Osasuna (7-0) por Andrés Iniesta y los goles de Leo Messi, que con los tres logrados ayer se convierte, con 371, en el máximo goleador histórico del club superando a Paulino Alcántara, alimentan las esperanzas de recuperación del equipo catalán.

Además de Messi anotaron Iniesta, Alexis, Tello y Pedro. Llega el equipo de Martino, que dio descanso a Cesc y Neymar, en la mejor disposición a la hora de la verdad. Ha recuperado la clase de Iniesta, la mejor versión de Messi, la electricidad de Pedro; Xavi está a un gran nivel y Alexis sigue marcando.

Todo se resolvió en cuatro minutos y dos fogonazos. Y eso que la puesta en acción de Osasuna fue perfecta. Fijó a la defensa azulgrana con Oriol Riera y Javi Gracia puso por detrás a Cejudo. En un cuarto de hora desconcertante, el Barça no aprovechó el regalo de los navarros, dos autopistas por las bandas ante la densidad de futbolistas en la medular. Cuando se dio cuenta del boquete, entre Pedro y Alba por la izquierda y Alexis, por la derecha, abrieron la lata de manera muy fácil. Destaparon su mejor fútbol y arrinconaron a los navarros a base de juego combinativo, pases filtrados al interior del área, al espacio y un perfecto aprovechamiento de las bandas. Todo eso y el acierto ante la meta contraria.

Sobre todo destacaron Iniesta y Messi. El manchego, con su fútbol angelical, su toque sutil y la clarividencia que le caracteriza fue el de los mejores días y en ese punto, el Barça se dispara. Lideró el fútbol desde la izquierda para habilitar a Alba en las subidas, para combinar con Pedro o para asociarse con Messi, que vuelve a estar a su mejor nivel.

Entre el minuto 18 y el 22, el Barça decidió el partido con dos goles. Con 3-0 llegaría el descnso y la segunda se haría de récord. Messi anotó el cuarto y el sexto y dejó la marca histórica en 371 tantos. Esos son los goles marcados por Messi desde que se enfundó la camiseta del primer equipo azulgrana.