El Alavés aguantó la avalancha celeste y se clasificó para semifinales haciendo valer el 4-2 de la ida, aunque sufrió mucho en el último cuarto de hora en el que el Celta se volcó sobre el área vasca en la búsqueda del segundo tanto. Un grave error del guardameta Juan Pablo metió al Celta en un partido que dominó.

La propia alineación de Pepe Mel no presagiaba grandes horizontes en ataque con un descolocado Vucko que no controló un balón ni por casualidad, bastante desasistido de ayudas del centro del campo. El Celta llegó muchas veces, pero sin claridad, sin suerte o sin puntería. Los vitorianos, sin embargo, aguantaron a duras penas y con acumulación de efectivos el vendaval celeste.