A 11 días de que empiece el Mundial de Brasil, el estadio Arena Corinthians, que acogerá la inauguración, ha superado este domingo la segunda y última prueba, realizada en un partido entre el Corinhians y el Botafogo, aunque con algunas deficiencias. Unas 40.000 personas han asistido el encuentro, 28.000 menos que las esperadas para el Brasil-Croacia del 12 de junio, debido a que la municipalidad no ha autorizado la utilización de unas tribunas provisionales instaladas para la gran cita futbolística.

En las zonas de acceso al estadio, la FIFA ha probado el modelo que se utilizará a partir de la inauguración, que otorga preferencia al transporte público, como el metro y el tren, que han funcionado apenas sin problemas desde el centro de Sao Paulo. El tren se ha demorado 17 minutos desde la céntrica Estación de la Luz hasta el barrio de Itaquera, donde está el Arena Corinthians, que se encuentra a unos 400 metros de la salida del ferrocarril. El metro ha invertido unos 35 minutos en recorrer 12 estaciones para dejar a los hinchas en la salida más próxima al estadio, construido en la zona este de la ciudad, una de las más pobres.

Sin televisiones ni internet

Los mayores problemas se encuentran en las áreas de prensa, que según la FIFA son "un factor clave" y en las que "todo debe funcionar a la perfección". Las tribunas para los medios de comunicación tienen capacidad para 2.000 periodistas, pero todavía no se han instalado televisores y aún se están realizando las conexiones a internet. También están en obras las cabinas para radio y televisión. En la planta baja del estadio, aún está por acabar un centro de prensa con capacidad para 800 periodistas, que desde allí se trasladarán a la zona mixta y a las salas de conferencia.

Este domingo, se han estrenado las dos pantallas de televisión gigantes por las que los aficionados podrán seguir con más detalles las incidencias de los partidos. En el proyecto original había cuatro pantallas pero, según han explicado los organizadores, solo se han podido instalar dos debido a los atrasos.

Diferente normativa

En esta ocasión no han podido ponerse a prueba todas las normas de la FIFA, como los centros de alimentación y las tiendas de recuerdos, pues el encuentro correspondía al Campeonato Brasileño, que tiene sus propias reglas. Una de las principales diferencias ha sido la venta de cerveza, prohibida por las normas locales pero que durante el Mundial estará autorizada.

El choque ha concluido 1-1 y con un sonoro abucheo al Corinthians de sus hinchas, que esperaban una victoria en la nueva casa. Salvo ese descontento, en las tribunas del Arena Corinthians todo ha sido fiesta y no se ha registrado ningún tipo de incidente. La seguridad ha estado a cargo de 800 agentes privados contratados por la FIFA, que han ocupado el lugar que corresponde a la policía en los estadios brasileños. En la prueba también han participado cientos de voluntarios que, en su mayoría, hablan al menos un idioma extranjero.