Los filiales del Balsas y el Zaragoza reeditaron en la mañana de ayer el duelo que había enfrentado a sus primeras plantillas en la tarde del sábado, pero en esta ocasión el guión fue muy distinto al de la Ciudad Deportiva.

Los avispas fueron superiores a los blanquillos en el primer periodo, y controlaron el juego en todas sus líneas. El Zaragoza no se encontró cómodo sobre el campo, y durante los primeros cuarenta y cinco minutos no creó ningún peligro. Pasada la media hora, Pablo realizó una gran jugada individual, en la que se marchó de cinco jugadores contrarios, y, casi sin ángulo, realizó un disparo ante el que nada pudo hacer el guardameta zaragocista.

Tras la reanudación, parecía que el Zaragoza saldría a por todas, pero fue de nuevo el Balsas el que llevó la voz cantante. Parecía más probable que llegara el segundo tanto local, pero en una jugada en la que los avispas pidieron fuera de juego, Miki estableció la igualada.