"Mi consejo es que los jugadores se muevan mucho, así no pasarán frío". Frank Rijkaard sabe que el FC Barcelona juega esta noche en Donetz un partido frío, por la temperatura (0 grados) y porque al técnico holandés tanto le da ser primero como segundo de grupo. Lo que no quiere es que el equipo se quede congelado. Por si acaso, ayer se negó a revelar si daría descanso a algún crack ante los ucranianos.

No suele hacerlo el holandés, que confiará en los mismos que golearon al Málaga, pendiente además de que el Milan no gane en Glasgow. Si se produce esa carambola, triunfo azulgrana y derrota milanista, el Bar§a acabará primero. Aunque ni eso afecta a Rijkaard, un entrenador acostumbrado a vivir al día.

Se ha traído a 13 jugadores del primer equipo a Ucrania --los que tiene sanos-- y cinco del filial para completar un banquillo en el que hasta podría sentarse Pere Gratacós, el técnico del Bar§a B, porque hay mucho más del Miniestadi que del Camp Nou. "El descanso es una parte importante del trabajo", se limitó a decir Rijkaard, jugando incluso con los periodistas. Es verdad que Ronaldinho no ha tenido apenas descanso (ha disputado 17 partidos de 20) y que Valdés, Puyol, Deco, Xavi y Etoo llevan la etiqueta de fijos colgados de sus espaldas.

HUIR DEL FATALISMO Ni con la clasificación en la mano, Rijkaard quiere correr muchos riesgos. "Nuestro objetivo es quedar primeros, pero la realidad es la que es", dijo refiriéndose a que el Bar§a depende esta noche de lo que haga el Milan. "Pero no quiero caer en el fatalismo si acabamos segundos y empezamos a decir que tenemos que jugar la vuelta fuera de casa. No me importa quedar primero o segundo de grupo. En la Champions cada partido es como una final. Me da igual quedar primero o segundo", recalcó el técnico holandés, quien tuvo palabras de elogio hacia el Shakhtar, un equipo de "rookies", como lo ha definido su entrenador, el rumano Mircea Lucescu. Lo decía porque siempre crea problemas a los grandes (Milan y Bar§a tuvieron problemas para superarlos inicialmente), pero cuando encaja el primer gol se desmorona. Al Shakhtar le queda, eso sí, la posibilidad de reengancharse todavía a la Copa de la UEFA si gana a los azulgranas y el Celtic cae en el paraíso de Glasgow.

En Donetz no queda ni una entrada. El equipo, además, ha cambiado de color de camiseta. Usa ahora el blanco, algo que no le gusta a Lucescu, porque el naranja con el que visitó el Camp Nou (3-0) es el icono visual de Victor Yuschenko, un político nada bien visto en el este de Ucrania. Por eso, el Shakhtar ha escogido otro color para que no se le pueda identificar con el opositor porque Donetz es territorio de Yanukovich.

Todos esos detalles políticos no preocupan nada a Rijkaard, quien confía en que Ronaldinho vaya recobrando el esplendor que irradiaba en la pasada temporada. Mientras aparezca Deco, Xavi, Etoo o cualquier otro, estará tranquilo. Incluso hoy lo está porque el Bar§a ya se encuentra en los octavos, aguardando el rival que le tocará en el primer cruce directo. Por eso, dice que no le preocupa el frío ni el cansancio.