Volvió el Barcelona a Europa y a Wembley y el conjunto culé recuperó la sonrisa y la efectividad y solventó su compromiso ante el Tottenham (2-4) con goles de Philippe Coutinho, Ivan Rakitic y un doblete de un magistral Leo Messi. El Barça, después de tres encuentros sin conocer la victoria, se transformó al escuchar el himno de la Liga de Campeones y olvidó los malos resultados ligueros gracias a un arranque que desactivó por completo a los londinenses y en el que los errores defensivos fueron tapados por su efectividad en el área rival.

Nada más pisar el césped de Wembley, los culés acallaron a las 90.000 almas y se adelantaron antes de que se cumpliera el segundo minuto de juego. Messi desarboló la línea defensiva del Tottenham con un pase en largo para Jordi Alba que, ante una mala salida de Hugo Lloris, cedió la pelota atrás para que Coutinho apareciese en la frontal. El brasileño controló y definió con tranquilidad junto al poste.

El gol dejó tocado a los de Pochettino, que apenas reaccionaron al mazazo y se llevaron otro contratiempo 25 minutos después. Luis Suárez embolsó con el pecho dentro del área, se la dejó a Coutinho, que la salvó como pudo enviando la pelota hacia la frontal. Ahí apareció Rakitic, que con un trallazo en suspensión alojó el balón junto al palo derecho de Lloris.

Messi, de apagafuegos / Karry Kane aprovechó la primera que tuvo y recortó distancias al poco de comenzar la segunda parte definiendo al palo largo y después de dos palos de Messi. El rugido de la grada no tardó en apagarlo el argentino, dolido aún por los dos postes anteriores. Volvió a conectar con Alba en banda izquierda y el español se la devolvió al punto de penalti para que el rosarino, esta vez sí, la acomodase al palo derecho de Lloris.

Otra vez los londinenses hicieron buena una ocasión aislada y Erik Lamela, desde la frontal, sacó un latigazo que golpeó en Clément Lenglet y se coló en la portería del Barcelona. La locura reinó por unos momentos en el equipo azulgrana y los espacios florecieron, favoreciendo las cabalgadas de unos y otros. De hecho, Lucas Moura tuvo el empate desde la frontal, pero su disparo le salió flojito.

Pero el ímpetu inglés fue castigado cuando un error infantil en defensa permitió que Alba, tras dejarla pasar de manera soberbia Suárez, se la colocara a Messi dentro del área, que solo tuvo que superar a Lloris para conseguir su quinto gol en Champions y el segundo de la noche.