El Mundial de motociclismo sufrió ayer un pequeño terremoto. El italiano Max Biaggi, tetracampeón del mundo de 250cc (de 1994 a 1997) y, dicen, futuro piloto del equipo Repsol-Honda, el auténtico team oficial de la marca japonesa, se fracturó ayer la pierna derecha por tres sitios, dañándose seriamente el maleolo, astrágalo y la tibia mientras se entrenaba, el domingo, en el circuito de Latina, cerca de Roma, para tomar parte como invitado de honor, los próximos 20 y 21 de noviembre, en la última prueba del Mundial de supermotard (motos de montaña con neumáticos de asfalto).

PASION POR CORRER Supermax , enemigo público número uno del popular Valentino Rossi, flamante campeón del mundo de MotoGP con Yamaha, tenía muchísimas ganas de codearse con los mejores pilotos de la especialidad en el trazado romano, de ahí que hubiese reservado el circuito para realizar unos entrenamientos privados de una especialidad que es habitualmente utilizada por los pilotos de MotoGP para mantenerse en forma, aprender y controlar las derrapadas.

Biaggi fue inmediatamente conducido por su preparador físico y fisioterapeuta, Marino Laghi, hasta la clínica del doctor Claudio Costa, el hombre que cuida de los pilotos en el Mundial, situada en Villa Serena , en Forli. Costa fue quien descubrió la múltiples fracturas que tenía el expiloto de Sito Pons, ya que en Latina le habían dicho que tan sólo tenía fracturado el maleolo cuando su lesión era bastante más grave.

"Max ha tenido muy mala suerte. La operación es sencilla, se recuperará, pero estará, como mínimo dos meses largos alejado de los circuitos. Volverá a ser el de siempre, un piloto veloz, muy veloz", dijo Costa, que acompañó a su amigo hasta Lyon, donde el equipo del doctor Coillard intervino anoche al piloto romano.

Biaggi, que ha sido elegido como el sustituto del brasileño Alex Barros en el mejor y único equipo oficial de Honda, todavía no ha firmado su contrato con la firma alada para ser compañero del norteamericano Nick Hayden. Pese a todo, pese a la lesión, nadie cree que la firma japonesa de marcha atrás en su decisión, ya que todo parece indicar que lo único que falta es hacer pública su contratación, nada más.