Una bote de gas lacrimógeno lanzado desde un vomitorio, y que cayó en el área del Celta, ha obligado a detener el partido de liga en Villarreal cuando discurría el minuto 87 y el marcador era de 0-1 a favor del cuadro vigués gracias a un tanto de Orellana.

La intensa humareda provocó que los jugadores de ambos equipos, el trío arbitral e incluso el público que asistía al partido en El Madrigal abandonaran el terreno de juego y los graderíos.

El encuentro se reanudó veinte minutos después y Nolito puso el 0-2 de falta directa.