Para poner fin a la temporada, los deportistas de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) sumaron el pasado fin de semana cuatro nuevas medallas en el Campeonato de España por Equipos de Esquí de Montaña. La prueba, que albergó en Candanchú a casi 400 esquiadores de toda España, era el último título nacional del 2021 y da por concluida una campaña marcada por el coronavirus.

De hecho, cuando esto empezó con la Copa de España en Sierra Nevada el fin de semana del 12 y 13 de diciembre «nadie tenía claro si se iba a poder celebrar hasta dos días antes de viajar», confiesa Carlos Marco, seleccionador aragonés de esquí de montaña. Sin embargo, se ha podido completar sin más dificultades que «algunas limitaciones para entrenar y competir», como apunta el entrenador del Grupo de Tecnificación de Esquí de Montaña de Aragón (GTEMA), Eduardo Batista, que lleva a jóvenes nacidos entre el 2000 y el 2006.

Lo más costoso para este Campeonato de España por equipos fue «cuadrar los equipos, porque otros años al haber más carreras van puntuando y las patrullas (parejas de competición) se crean prácticamente solas», apunta Marco. En esta ocasión ha sido un poco diferente y, tanto a nivel absoluto como en categorías base, ha habido que mezclar edades para presentarse al nacional.

Batista cuenta que, por ejemplo, Ana Armendáriz tiene todavía edad de juvenil, pero tuvo que emparejarse con Isabel García, que es junior y competir en esta categoría, ya que si no son de la misma edad tienen que inscribirse en la más alta. Aún así, esta dupla consiguió la plata. Entre los de Marco también tuvo que haber mezclas y esto, confiesa, ha supuesto que «se vean menos medallas, si algunos hubiesen corrido con gente de su categoría seguro que habrían tenido metal». A pesar de esto, Aragón se subió a otros tres podios además del de categoría junior. Participaban ocho deportistas de la Selección Aragonesa y nueve del GTEMA.

Claudia Valero, que hacía pareja con Uxue Fraile de la federación vasca, consiguió el bronce en la competición Sénior absoluta a pesar de pertenecer, en realidad, a la categoría sub-23. Jorge Catalán y Nacho Cabal se hicieron con la plata en la subcategoría Veteranos A (de 41 a 45 años de edad) y Miguel Arruego y Francho Hérraez el oro en la categoría Cadete (15-17 años).

Y con esto tanto Eduardo Batista como su compañero Carlos Ariño, ambos entrenadores del grupo de tecnificación, están «muy contentos» con la temporada. «Estuvimos parados desde marzo hasta septiembre, sin prácticamente seguimiento», confiesa el preparador y añade que uno de sus mayores miedos era que en un período tan largo «en edades tempranas puede haber pérdida de interés o pueden migrar a otros deportes».

En la categoría absoluta, Carlos Marco relata que también «ha sido atípico», sobre todo porque «la gente no ha tenido la misma accesibilidad para desplazarse», aunque al final «todo el mundo ha estado a su nivel». «Nos quedamos satisfechos», asevera el seleccionador.

Los triunfos en Candanchú se suman a los que ya habían conseguido los aragoneses en otras pruebas. En la primera competición a nivel nacional, la Copa de España, se hicieron con cinco medallas. Posteriormente, en enero, consiguieron ocho metales en Boi Taüll (Lérida). Además, de esta cita se suspendió por las condiciones meteorológicas la prueba de sprint, que como apunta Batista «se tratará de recuperar en abril».

La prueba de Candanchú era también valedera como Campeonato de Esquí de Montaña por Equipos de Aragón y los tres primeros puestos fueron para parejas de la FAM, lo que es, según asegura Carlos Marco, «una prueba de que se ha acertado al hacer la selección».