Las raquetas de nieve son una de las modalidades que cuentan con una mayor aceptación entre los aficionados al montañismo invernal. Ahora el Pirineo aragonés se encuentra en unas condiciones ideales para pasear placenteramente con raquetas con un mínimo esfuerzo sobre la nieve por valles y laderas desde las que se divisan paisajes espectaculares.
Desde hace años la Federación Aragonesa de Montañismo fomenta esta modalidad. Una de las actividades tradicionales es el Día del Raquetista, a las que se ha unido en los últimos años la competición con la organización del Campeonato de Aragón. Javier Franco es el responsable federativo de la especialidad los últimos cuatro años. «Coordinamos las dos actividades anuales. Hace cuatro años organizamos en Gistaín el Campeonato de España y el año pasado no pudimos hacer el Regional que organizábamos junto a Montañeros de Aragón porque no lo veíamos viable», afirma Javier Franco.
El responsable del comité de raquetas lleva toda la vida vinculado al montañismo. Fue el responsable del Club Augusto Alierta y ahora es miembro de Os Andarines d’Aragón. «Toda la vida he practicado raquetas. Con los chavales del Alierta Augusto hacíamos la actividad con los niños y con Os Andarines hacemos dos salidas anuales. La especialidad está muy consolidada en todos los clubs de montaña y hacen salidas Ibonciecho, Peña Guara, el Club Atlético Sobrarbe, Montañeros de Aragón y hasta el Club Alpino Javalambre en Teruel», indica Javier Franco.
Este año la territorial abrirá el fuego el 7 de febrero con el Campeonato de Aragón en el valle de Pineta. Lo organiza el Espacio Nórdico de Pineta y colaboran el Ayuntamiento de Bielsa y el Club Atlético Sobrarbe. «La competición se hará en la Sierra de Espierba, saliendo desde el pueblo y subiendo en dirección al Comodoto y El Cuezo, en la cresta de separación del valle de Pineta con el de Chisagüés. El reglamento exige que haya una subida de 500 metros de desnivel y se consiguen ascendiendo al Comodoto. Es un circuito de ida y vuelta de unos diez kilómetros, casi todo es por pista forestal y al final por el monte, pero es una zona muy amplia y muy ancha». Sobresalen los paisajes en el recorrido. «Las vistas son excepcionales y se ve todo el paredón del circo de Pineta con el Monte Perdido y su glaciar», afirma.
La segunda actividad de la federación será el Día del Raquetista el 29 de febrero y el 1 de marzo. Será la decimocuarta edición y este año la FAM quiere darle un giro de tuerca. «La novedad es que lo orientamos hacia la seguridad invernal. Las raquetas no son un paseo por el bosque, sino que también se desarrolla en la alta montaña y hay que llevar material invernal como crampones y piolets como mínimo y también es importante llevar los sistemas de seguridad como la pala, la sonda y el ARVA para el posible rescate de personas».
El Portalet
El Día del Raquetista se celebrará en la zona del Portalet. Junto a la territorial colabora el Club de los Javieres de Huesca. «Se hará una jornada de divulgación de seguridad de montaña en las raquetas y la impartirá el GREIM. Harán las prácticas de búsqueda de víctimas de avalanchas y cartografía de riesgo de aludes». Un autobús saldrá desde Zaragoza y otro desde Huesca.
Las raquetas de nieve son una modalidad que va a más. «Se adaptan recorridos por pistas de esquí alpino o esquí de fondo como en Cerler o en los Llanos del Hospital. En el refugio de Lizara también hay siempre mucha gente y también en el Bosque de las Hayas del Somport. En Francia hay también una afición muy grande», explica. La exigencia de esta modalidad es muy relativa. «Se puede hacer desde un simple paseo a una ruta de montaña exigente, realizando una jornada deportiva importante», afirma Franco.
Es un deporte asequible a nivel económico. «Unas raquetas de nivel medio pueden costar desde los 50 euros a los 200. Depende de la calidad del material de las mismas. Para un iniciado se buscan las más baratas. Son indispensables las botas de montaña, las polainas para impedir que se moje el interior de la bota y bastones de invierno», concluye Franco.
