Real Madrid y Barcelona protagonizan el gran clásico de la Liga (19.30, PPV), un encuentro marcado por la igualdad y la histórica rivalidad, y, a última hora, por la baja de Ronaldo. El madridista, duda hasta el último suspiro por una sobrecarga muscular, se descartó para tras realizar una prueba para comprobar su estado. Así deja solo a su compatriota ante su reválida en el coliseo del eterno rival. Es el día del examen para Ronaldinho --Ronaldo para sus familiares, encabezados siempre por su madre, doña Miguelina--. El jugador más desequilibrante del campeonato junto al ausente Ronaldo afronta el asalto al estadio Santiago Bernabéu, escenario que pone a prueba la grandeza del futbolista de la eterna sonrisa.

El brasileño tiene un doble premio a su alcance: meter en la lucha por el título liguero al Barcelona y complicar las opciones del Real Madrid a la única vía de salvación de una temporada irregular. El otro Ronaldo, que tuvo en en vilo al madridismo por sus problemas musculares en el momento decisivo de la temporada, dejará en manos de sus compañeros la lucha por la Liga, el único título al que pueden optar los blancos tras sus fracasos en la Copa del Rey frente al Real Zaragoza y en la Copa de Europa ante el Mónaco de Morientes.

La salida del equipo de El Fenómeno dos semanas después de su rotura de fibras hará que vuelva a asomar por el once Solari, pieza clave con su gol en el Calderón para frenar la crisis del Real Madrid. Su presencia dejará a Raúl como nueve con Zidane como segunda punta.

CON GANAS La plantilla tiene ganas al Barcelona. Los caminos son opuestos. Los azulgrana van de menos a más. Los madridistas quieren evitar con la Liga ir de más a menos. Pretenden aprovecharse de una victoria ante el gran rival. Pese a una semana de trabajo con la enfermería llena, Carlos Queiroz podrá contar con todos sus jugadores salvo el mencionado Ronaldo y Francisco Pavón, sancionado. La otra preocupación es Alvaro Mejía. El joven central arrastra problemas en el sóleo. Su evolución ha sido buena y podrá jugar, a no ser que el técnico portugués lo considere precipitado y retrase a Helguera del centro del campo, para ubicar en él a Cambiasso junto a Beckham.

El Barcelona llega lanzado al Santiago Bernabéu, en un gran estado de forma y con mucha confianza tras haber encadenado una racha de quince partidos consecutivos de Liga sin conocer la derrota, de los que ha ganado doce encuentros y empatado tres. La semana previa al encuentro ha sido muy distinta a la vivida en el partido contra el Real Madrid jugado en el Camp Nou en la primera vuelta de la Liga, en el que un equipo azulgrana en plena crisis, falto de recursos y acobardado dejó escapar la primera derrota en casa ante su eterno rival en un partido liguero después de veinte años.

SIN EUFORIA Sin embargo, el vestuario azulgrana ha querido alejarse de toda euforia y se ha mostrado cauto y precavido. Algunos jugadores han otorgado incluso el papel de favorito al Madrid. El principal contratiempo que ha tenido el técnico Frank Rijkaard, quien recupera a Puyol, es la baja por lesión de Luis García durante el entrenamiento de ayer, tras sufrir una rotura fibrilar en el aductor de la pierna izquierda. Luis García será sustituido previsiblemente en el Bernabéu por el capitán barcelonista, Luis Enrique Martínez, un especialista en el clásico de la Liga española.

Real Madrid: Casillas; Michel Salgado, Mejía, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Figo, Helguera, Beckham, Zidane; Raúl y Ronaldo o Solari.

Barcelona: Víctor Valdés; Reiziger, Puyol, Oleguer, Van Bronckhorst; Cocu, Xavi, Davids; Luis Enrique, Ronaldinho y Saviola.

Arbitro: Pérez Burrull.