El Real Zaragoza comienza este lunes el pago del convenio del concurso de acreedores con un primer desembolso de 1,36 millones de euros, la cantidad de un primer plazo de ocho para acabar en el 2025 y completar los 27,2 millones que adeuda a sus acreedores ordinarios. La entidad zaragocista salió del concurso el 11 de mayo del 2012, todavía con la anterior propiedad que encabezaba Agapito Iglesias como máximo accionista, y con una cifra global de 145 millones de deuda, con hasta 375 acreedores diferentes, que, a través de ese convenio, en el que logró una adhesión del 53%, se quedaba en 92 millones.

Esos 145 millones se desglosaban entonces en 68 correspondientes a la deuda ordinaria, otros 50 a los acreedores privilegiados, la gran mayoría de Hacienda, y los 27 subordinados, es decir vinculados a la anterior propiedad, a Agapito Iglesias, que abandonó la entidad en el verano del 2014, cuando se produjo el desembarco de la Fundación Zaragoza 2032. Para los ordinarios y los subordinados se aprobó una quita del 50% en la que el 40% está garantizado y el otro 10% quedaría pendiente de la venta de activos de la entidad, como por ejemplo el traspaso de algunos futbolistas.

El calendario de pagos para esa deuda ordinaria es creciente y anual, en unos porcentajes que van en aumento: 1,36 millones en 2018, 1,9 millones en 2019, 2,44 millones en 2020, 2,99 millones en 2021, 3,80 millones en 2022, 4,35 millones en 2023 y 5,16 millones en 2024 y 2025, respectivamente. Así se completan los 27,2 millones correspondientes al 40% de los 68 millones de deuda ordinaria.

En noviembre del 2016 el Zaragoza logró una modificación del convenio, con un respaldo del 60% de los acreedores, no cambiando las cantidades, pero sí el momento del pago de las mismas. El calendario establecía una carencia de tres años consecutivos o cinco alternos si el Zaragoza militaba en Segunda.

NUEVO CONVENIO / La primera exención expiró en junio del 2016 al no certificarse el ascenso tras tres temporadas y el nuevo convenio incluyó esa prórroga de dos años para completar los hasta cinco permitidos en el aprobado en 2012. La carencia pasó a convertirse en cinco años encadenados. Como el equipo dio con sus huesos en la categoría de plata en el 2013, ya han transcurrido esos cinco años y llega el momento de iniciar los pagos.

El mayor acreedor ordinario es el Shakhtar Donestk, con una deuda global de más de 13’8 millones que representa casi el 24% del montante y que con la quita se queda en unos 6,5 millones. La mayoría de la deuda con acreedores ordinarios la aglutinan futbolistas, clubs y agencias de representación. El Milan, varios equipos de la Liga, como el Deportivo, el Valencia, el Barcelona, el Sevilla o el Almería, la propia LFP o la Federación Española de Fútbol, o agencias como Promoesport o Bahía están en la lista de acreedores de la SAD.

El club ya tiene dentro de sus presupuestos el pago de ese primer plazo del convenio de acreedores ordinarios, teniendo en cuenta que, tras el último pacto al que llegó con la Agencia Tributaria, en esta temporada 18-19 la cifra a abonar por la deuda histórica con Hacienda es de 1,2 millones, una cuantía que también se mantendrá en la 19-20 y que supone un alivio con las cantidades pagadas antes de ese acuerdo con la AEAT del verano pasado, con casi tres millones menos en desembolsos anuales por esa deuda histórica.

83 MILLONES EN TOTAL / La deuda neta global del Zaragoza está en el umbral de los 83 millones de euros y la deuda con terceros (descontando las aportaciones de los patronos de la Fundación Zaragoza 2032) es inferior a 70 millones según los datos que dio el club en la Junta General de Accionistas de diciembre pasado. La disminución del pasivo desde que la actual propiedad tomó las riendas ha sido de 23,3 millones de euros, es decir desde el ejercicio 13-14, unos datos que revelan el esfuerzo de los nuevos accionistas, que desde este lunes recogen de lleno la pesada herencia del convenio de acreedores.