Al esprint y sin que prácticamente nadie se descolgara en el largo rodeo de 169 kilómetros por carreteras barcelonesas, así se ha resuelto este lunes la jornada inaugural de la Volta 2014. Una etapa que ha salido y ha regresado a Calella, con una subida a la mitad del Montseny que no ha impedido una llegada al esprint, resuelta con victoria por parte del corredor esloveno Luka Mezgec.

No ha sido el primer día de la Volta el escenario escogido para que las numerosas estrellas que se han apuntado a la carrera sacaran sus armas reglamentarias. Todos han preferido correr a rueda, que es como mejor se resguarda el corredor del desgaste de la carrera. Ni Alberto Contador, ni Chris Froome, ni Purito Rodríguez, ni Nairo Quintana, ni un Samuel Sánchez en fase de mayor rodaje han querido este lunes pasar a la acción, en el tradicional día de escapada, de estocadas al frente del pelotón, pero con poca pólvora.

Solo dos ciclistas, Richie Porte, el lugarteniente de Froome, el ciclista que lo subió a Alpe d’Huez, el día en que le fallaron las fuerzas al entonces jersey amarillo del Tour 2013, y Haimar Zubeldia han cedido, entre los ilustres de la Volta, tiempo en la meta de Calella; prácticamente tres minutos. Porte ya tuvo que abandonar enfermo la Tirreno-Adriático y Zubeldia es de los pocos que sigue las viejas teorías de Miguel Induráin, la de tomarse las carreras del mes de marzo como un entrenamiento con dorsal.

La segunda etapa, que se corre este martes, entre Mataró y Girona, con 168 kilómetros, será la antesala de la primera jornada pirenaica, el miércoles en La Molina. A las 11.55 horas se abre el control de firmas en la capital del Maresme para partir a las 12.50 horas. La llegada a Girona está prevista para alrededor de las 16.50 horas.