Cientos de seguidores mexicanos, felices por la clasificación de su selección y por el favor que les hizo Corea del Sur con la victoria ante los últimos campeones del mundo (0-2), se lanzaron a las calles de la capital para festejar el pase a los octavos de final en el Mundial de Rusia. No tuvieron otra ocurrencia que dirigirse hasta la sede de la Embajada de Corea del Sur en México DF para corear consignas de agradecimiento por el triunfo asiático ante Alemania. La más proclamada: «¡Coreano, hermano, ya eres mexicano!».

El cónsul del país asiático en México, Byoung-jin, no pudo mantenerse al margen de tanto clamor y salió a las puertas de la sede diplomática para agradecer el gesto con la clásica cordialidad asiática. Los seguidores lo aplaudieron y luego lo sacaron a hombros. «En toda mi carrera diplomática no había visto cosa igual». La derrota de México ante Suecia (3-0) no permitió a Corea del Sur pasar de ronda, pero eso no impidió a los aficionados en las calles de Seúl, incluso a aquellos conscientes de la eliminación de su selección, gritar enfervorecidos cuando Young-gwon y Son marcaron los dos goles en el tiempo de prolongación.

Las imágenes de Son llorando dieron la vuelta al mundo en lo que muchos interpretaron como un llanto emocionado ante la posibilidad de librarse del servicio militar obligatorio (ineludible en su país salvo excepciones). Se ha especulado con la posibilidad de que el Gobierno eximiera al equipo si llegaba a octavos del Mundial de Rusia, algo que sí hizo en el 2002 cuando la selección alcanzó las semifinales del torneo. Sin embargo, la polémica que generó llevó a fijar una normativa en la que solo sirven de exención una medalla olímpica o un oro en los Juegos de Asia (hito que Son y su equipo pueden lograr en los que se celebrarán en agosto en Yakarta).