Las amistades no cuentan sobre una bici. Los amigos, en ciclismo, son para las celebraciones, como ayer, cuando Alberto Contador, en el podio, se le acercó por detrás a Dani Navarro. ñHoy no me he movido para que ganaras la etapa". Ambos se abrazaron. Ambos andaban a la greña, porque en otra época Navarro había sido el gregario de Contador hasta que aceptó la oferta del Cofidis para convertirse en su líder. Y el miércoles, cuando el ciclista asturiano se disponía a atacar en San Miguel de Aralar para ganar la etapa, no solo una vez, sino dos, fue Contador quien lo neutralizó. Y eso no lo entendió Dani. ñMe cabreé mucho con Contador".

Al jersey rojo le llegó el disgusto de su amigo y el viernes, en la aburrida etapa de Logroño, se le acercó para explicarle su razón. ñSalí a tus ataques porque Froome no andaba bien y con tus cambios de ritmo él se podía quedar". El británico es el ciclista que más preocupa al madrileño, sobre todo a partir de hoy, con tres etapas de alta montaña, en el corazón de Asturias. Y de Asturias es Dani Navarro, al que le susurraban en la llegada de Logroño que ayer podía tener su oportunidad en el parque natural de Cabárceno. ñNo es para mí". ñQue sí que es para ti, que hay un repecho en el que si atacas y te vas nadie te va a pillar". Le hablaba a Dani, otro asturiano, José Enrique Cima, el único periodista que en sus años mozos fue ciclista profesional.

Y en el repecho se fue Navarro, con dos kilómetros y medio a la meta y por detrás los favoritos atacándose. Ni miró a su espalda, adiós al enfado con Contador. "Con 29 años acepté la oferta del Cofidis para ser jefe de filas después de haber trabajado para Heras, Vinokurov, Klöden y Contador". Hasta ayer su mayor gesta había sido una victoria de etapa en el Dauphiné.