Pues sí, ha llegado el momento de despedir a uno de los grandes deportistas de la historia de España. Cierto, no ha sido campeón del mundo de MotoGP, el sueño de su vida, la meta que ha perseguido durante 18 años, desde el 2001, cuando debutó en Japón en la categoría de 125cc. Sí, Dani Pedrosa, que en su último gran premio en activo ha sido nombrado «leyenda» del motociclismo mundial, deja las carreras para pasar a ser el piloto probador de la fábrica austriaca KTM a partir de la próxima temporada. Pedrosa, el único piloto que, durante los últimos 12 años, ha sido capaz de ganar, como poco, un gran premio, parece que se despedirá del asfalto cerrando la única temporada sin victorias en MotoGP «porque la verdad es que veo que no está siendo una buena campaña y, por tanto, es difícil pensar que vaya a ganar en Cheste, donde el mal tiempo nos ha recibido y, al parecer, no nos abandonará en todo el fin de semana».

Pedrosa, nacido en Sabadell el 29 de septiembre de 1985, se irá habiendo corrido 294 grandes premios, conseguido (de momento) 54 victorias, 153 podios, 49 poles position y protagonizado 64 vueltas rápidas en carrera. Y, por supuesto, los tres títulos pequeños, el de 125cc, en 2003, y la doble victoria en 250cc, en 2004 y 2005. «¿Cuándo tuve oportunidad de proclamarme campeón de MotoGP? Pues creo que en el 2012 y 2013 fue cuando más cerca estuve de cumplir mi sueño», reconoció ayer Pedrosa.

El acto de despedida de Pedrosa estuvo presidido por más emoción en la platea, donde estaban buena parte (o todos) los que le han ayudado en su carrera, y que no se acordó de ellos en su discurso de despedida. Pedrosa estuvo sentado en la mesa presidencial, donde el piloto estuvo acompañado por el venezolano Vito Ippolito, presidente de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), y Carmelo Ezpeleta, máximo responsable del Mundial, el hombre que más le ayudó a ser lo que es, un auténtico campeón.

En la platea de la sala de prensa del circuito valenciano de Cheste, donde se encontraban Marc Márquez, Jorge Lorenzo, Maverick Viñales, Pol Espargaró y Albert Arenas, entre otros, también estaban los ingenieros y responsables del equipo Honda, pero no estaba el excampeón Alberto Puig, el hombre que inventó a Dani Pedrosa, su entrenador, mánager, padre... Justo cuando se hace cargo del equipo Repsol Honda, ve como su creación decide abandonar el equipo de toda su vida, descartando ser piloto probador, y fichando por la competencia, la firma austriaca KTM.