En el partido de ida el Unizar Dominicos ganó por los pelos al Schär Zaragoza. La vuelta se celebró en el pabellón auxiliar del Siglo XXI con Dominicos en la zona templada de la tabla y las locales al borde del precipicio en la penúltima posición del grupo B de la División de Honor Plata. Pese a que a la misma hora se celebraba el partido del Europeo entre España y Austria, el pabellón estaba lleno a reventar con más de 300 espectadores. Pero muchos aficionados tenían el rabillo del ojo en el móvil viendo el triunfo del equipo de Jordi Ribera.

Los inicios no fueron nada alentadores para la jugadoras preparadas por Juan Luis García. En el minuto 15 ganaba Dominicos por 2-11 y se barruntaba una paliza de las jugadoras de David Verdugo. El peso y la fuerza de la defensa 6-0 unido a la experiencia de Mari Luz Bernal en la portería eran impenetrables para las livianas jugadoras del Schär. Torres, Loscos y Beiztegui eran un muro por la que no podían entrar los ataques dirigidos por la central Lucía Guarc.

Pero todo cambió a partir del minuto 15 y a base de casta y garra el Schär vio la luz a la salida del túnel. Las locales realizaron una defensa más agresiva y García puso como directora de juego a Sheila Ariza. Las locales despegaron, ayudadas también por los fallos de tres penaltis y que Andrea Loscos, la Messi de Dominicos, estaba muy desdibujada. Pese a todo, era una utopía para las anfitrionas remontar un 11-19 al que se llegó al descanso.

En la segunda parte, la grada se calentó con la reacción del Schär. Con una defensa mixta a Loscos, solo el poderío de Rebeca Torres y la dirección de Sandra Méndez, que olvidó su grave lesión con siete tantos, salvaron a Dominicos del milagro local. Había partido en el minuto 22 puesto que el Schär se llegó a colocar con 18-22. Ariza con Porcar, que logró seis tantos desde el extremo derecho y la rasmia de Marta Luengo, junto a las paradas de Ailin López, hicieron creer en el triunfo al Schär. Pero Salvador salvó a Dominicos. A falta de 15 minutos para acabar, Juan Luis García decidió sentar definitivamente a Ariza, la jugadora más destacada de su equipo. La terrible lesión de Carruesco en su hombro a cinco minutos del final congeló la soñada reacción.