Las grandes diferencias económicas entre la oferta del CAI y las exigencias de José Luis Galilea, cercanas a los 120.000 euros, añadieron ayer un punto de dificultad a su fichaje por el club aragonés, que lo sigue teniendo como primera opción, pero que empezó a mover los hilos con otros bases por si la incorporación del exjugador del Murcia, Barcelona, Real Madrid o Kinder de Bolonia se enrevesara tanto que terminara sin fructificar. Además, Galilea también cuenta con una propuesta del Tenerife para jugar la próxima temporada en la Liga ACB.

Por ello, para actuar con suficiente previsión, el CAI empezó ayer a trabajar con seriedad en otras posibilidades por si el fichaje de Galilea se hiciera inviable. En este sentido, el orden de prioridades se dirigiría directamente a Sergio Sánchez, que pertenece al Caja San Fernando y que jugó la temporada pasada en el Ciudad de Huelva, completando una campaña magnífica: 10,6 puntos de media por partido con un 47% de acierto de dos y un 41% de tres, además de tres asistencias.

SANCHEZ Y LAZARO A sus 23 años, Sánchez todavía tiene un año más de contrato con el Caja San Fernando, por lo que la cesión podría ser una fórmula viable de negociación. Después del jugador andaluz, el CAI ha situado a dos bases más: Jesús Lázaro, un veterano ex del Manresa y del Alicante y que este año ha jugado en Portugal, y José María Guzmán, una de las promesas del DKV Joventut, club con el que el CAI ya ha mantenido contactos. Sin embargo, su edad, tan sólo 20 años, y su reducida experiencia, lo convierten en una posibilidad arriesgada y de difícil ejecución.

El fichaje de un base se está convirtiendo en una tarea de máxima complejidad para el club zaragozano, que ya intentó, sin conseguirlo, la contratación de Nacho Ordín (renovó por dos temporadas con el Granada) y de Roberto Núñez (fichado por el Bilbao para jugar la ACB). El tercer jugador en la lista de prioridades de Quintana era David Gil, pero se marchó al Fuenlabrada.