Rubén Rochina habló ayer en rueda de prensa del choque ante el Valencia como un "partido especial, porque siempre lo es medirte al equipo de tu tierra". Nacido en el Puerto de Sagunto el 23 de marzo de 1991, se formó en la cantera del Valencia, en la escuela de Paterna. "Entré en los benjamines de segundo año y me marché en el infantil de primero. Estuve cuatro años allí, pero llamó el Barcelona....", asegura el jugador a este diario. Rubén se medirá este sábado por primera vez contra el equipo de su tierra y, sobre todo, contra el que pudo ser el suyo. De hecho, el Valencia intentó retenerle cuando llamó el Barcelona y en el 2010 también se planteó la posibilidad de recuperarlo para que estuviera a caballo entre el filial y el primer equipo.

"Yo no soy socio del Valencia, porque nunca me ha llamado la atención el pagar un abono para toda la temporada, pero sí que es verdad que en mi familia hay bastantes valencianistas", admite el ariete, que tuvo que tomar una decisión difícil cuando el Barcelona le tanteó. "Los primeros contactos ya llegaron tras el Torneo de Brunete alevín, pero yo aún seguí un año más en el Valencia. El primero que llamó fue Sergio Lobera, también Josep Colomer, que era entonces el director de la cantera del Barcelona, y vimos en casa que era una gran oportunidad. Fue duro para mí, porque era muy joven, y para mi familia, pero una oportunidad así solo surge una vez en la vida", relata.

Retorno fallido en 2010

El Valencia, claro, intentó retener al jugador, y le hizo una contraoferta a la familia. Es más, la experiencia de Rochina, y la de otros, ha llevado a que esa entidad haya implantado en los últimos tiempos una cláusula antibarça para evitar fugas de sus futbolistas más prometedores con destino a La Masía. En el club de Mestalla ya se veía claro que Rochina tenía cualidades para llegar, que era una de las joyas de esa cantera, como en otros equipos de Paterna lo eran Vicente Guaita o Bernat, ahora futbolistas del Valencia. Sin embargo, Rochina se decidió por La Masía y estuvo en Can Barça hasta la 2010-11, cuando en enero tomó rumbo al Blackburn Rovers. El club inglés, que lo ha cedido ahora al Zaragoza hasta junio y con una opción de compra de unos tres millones, pagó 450.000 euros por su fichaje en el 2011.

Unos meses antes de embarcarse rumbo a la Premier, en el verano del 2010, el Valencia se planteó recuperar a uno de los estandartes de su cantera. La idea en Mestalla era que Rochina alternase el filial che y los entrenamientos del primer equipo: "Yo escuché rumores sobre eso y llegó a mis oídos, pero conmigo no hubo ningún contacto oficial para ese retorno". El salario del jugador en el Barça B era inasumible para un futbolista que iba a tener ficha del Mestalla, segundo equipo valencianista.

"No me gusta hablar mucho de futuro y menos tan a largo plazo, pero es el equipo de mi tierra, en el que empecé, y me gustaría vestir algún día esa camiseta, eso sí lo tengo claro, aunque ya se verá lo que sucede", señala el punta, que en marzo cumplirá 22 años, por lo que aún le queda mucho por delante para cumplir ese objetivo. Ahora, por encima de cualquier sentimentalismo, se debe al Zaragoza: "Soy un profesional y este sábado quiero ganar por encima de todo. Me debo al Zaragoza y mi obligación es buscar lo mejor para mi equipo", sentencia.

Esa victoria ante el conjunto che es más que necesaria para evitar que los nervios se disparen en el Zaragoza. "Hay que mirar el año pasado y, si se pudo entonces lograr la salvación, este año también porque la situación es mucho mejor. Desde el equipo queremos mandar ese mensaje a la afición de que necesitamos su apoyo para que el camino sea más fácil", concluye Rochina.