Iván San Claudio es un mocetón de 37 años que dentro de pocos días cumplirá un bonito sueño. El próximo 17 de noviembre disputará cerca de Añón, su localidad natal, la Andada de Alcalá de Moncayo. Iván hará la distancia de 24 kilómetros. «Nunca he hecho ninguna competición, pero a mí se me da muy bien la montaña y la carrera a pie. Me he preparado bien y los últimos días he corrido dos horas con un foco en la cabeza por el Parque Goya», explica este modélico deportista.

Iván forma parte del nuevo equipo de atletismo del Club Deportivo Atades. Son un grupo de una decena de personas entre padres e hijos que forman una gran familia. Junto a Iván, el núcleo duro lo forman Enol, Kimberly, Luis y Alejandro. Tienen un entrenador de excepción. Es el exatleta Carlos Berlanga, que está viviendo una experiencia única en el mundo del deporte. Berlanga es el plusmarquista aragonés del hectómetro, uno de los grandes de España en la velocidad a final del siglo pasado y que logró la plusmarca nacional de 4x100 con España en los Campeonatos del Mundo de Atenas de 1997.

Lo de Berlanga con sus chavales es una sorpresa continua. «Alucino con lo que son capaces de llegar a hacer y la capacidad de mejora que tienen. Es un reto para mí. Hay que tener con ellos paciencia y toda la psicología del mundo. Pero me impresiona su capacidad de sufrimiento y cómo se ayudan. No tiene nada que ver con la nuestra», explica el exatleta zaragozano. El atletismo es uno de los deportes que se practica en el CD Atades. Otros son el fútbol, el baloncesto, el tenis de mesa, el pádel, la natación, la petanca y el bádminton. «Atendemos a 1.500 personas y la actividad deportiva crece. Ahora el club es un servicio y este año hay apuntados 84 deportistas», explica Sergio Fortado, coordinador de programas deportivos de Atades.

El núcleo nació antes de la Carrera Atades por un Cole Nuevo. «Empezamos como una prueba piloto. Hicimos un calentamiento general optativo y se creó el grupo. Tras la Carrera Atades estuvimos dos meses entrenando hasta el verano. Retomamos la actividad hace un mes», afirma Berlanga. Se entrenan algo más de una hora los lunes y miércoles en el Parque José Antonio Labordeta. «Pero ahora buscamos un pabellón para poder entrenar en el invierno», dice. El objetivo es «crear rutina con el atletismo, que está enfocado con el deporte sano y preparar alguna carrera. Los hijos vienen acompañados de los padres que también aprovechan para hacer deporte. Ese es un momento muy agradable para todos», dice Berlanga.

Enol cuenta con 14 años y tiene síndrome de down. «Lo que más le gusta es correr muy deprisa. Coge ritmo, pero no es muy competitivo. Este fin de semana toca subir el Moncayo», dice orgulloso Félix, su padre. Susana acompaña en todos los entrenamientos a su hijo Luis, un chaval autista de 20 años. «Le gusta correr, pero le cuesta seguir las normas. Viene muy contento a entrenar al parque y una hora antes ya se cambia. La carrera la hacemos andando y el año que viene queremos hacer la de Atades. Esta actividad le resulta gratificante».