El Andorra viajará hasta el campo del Tropezón con una ventaja mínima que deja la eliminatoria en el aire, tanto por el resultado como por el rendimiento mostrado por el cuadro visitante. El hecho de jugar toda la segunda parte con un juegador menos hizo que los cántabros se encerraran en su área, sin dar muestras de su capacidad ofensiva.

La expulsión sufrida por Cueto al borde del descanso, determinó a todo el equipo a defender una derrota mínima, que lograron ante un Andorra que lo intentó todo por hacer crecer la renta, pero al que le faltó acierto rematador.

Los visitantes apenas inquietaron al conjunto andorrano durante todo el encuentro, y especialmente en el segundo periodo en el que guardameta Pedro fue prácticamente un espectador, mientras a sus compañeros les faltó un poco de puntería para haber viajado con un resultado más consistente. Por contra, el Tropezón deberá demostrar en su campo si es capaz de llevar el peso del encuentro y de crear ocasiones de gol, algo a lo que renunció ayer en Andorra.