La selección española de balonmano tratará de sellar hoy (16.00 horas) la clasificación para las semifinales del Europeo de Dinamarca con un triunfo sobre Macedonia, que llega al encuentro sin nada ya en juego. No obstante, al equipo español, vigente campeón del Mundo, le bastaría incluso con un empate ante los balcánicos para disputar su cuarta semifinal en un gran campeonato internacional en los últimos tres años.

Una lucha por las medallas en la que España ha estado inmersa en el Mundial de Suecia 2011, donde se colgó el bronce, el Europeo de Serbia 2012, donde fue cuarta, y el pasado año en el Mundial de España, donde logró su segundo título mundial. Para ello, el conjunto español deberá recuperar el excelente nivel defensivo en el que ha basado sus últimos éxitos y que en este Europeo, salvo en momentos puntuales, se ha visto notablemente rebajado. Todo un problema para la selección, que no solo no ha sido capaz de cerrar su portería como en anteriores campeonatos, sino que además se ha visto privada de otra de sus principales armas, su fulgurante juego de contragolpe. Factores que han obligado a España a depender en exceso del ataque estático.

Defensas 6-0 como la que acostumbra a utilizar el conjunto macedonio, que pondrá a prueba no sólo la variedad de recursos del conjunto español, sino la templanza de sus jugadores, dada la dureza, a veces excesiva, que acostumbran a emplear jugadores como Mirkulovski, Jonovski y Stoilov. Una dura tripleta a la que tendrá que enfrentarse en los seis metros Julen Aginagalde, que en su debut en el torneo ante Austria, tras perderse los primeros cuatro partidos por lesión, volvió a evidenciar su condición de mejor pivote ofensivo del mundo. España ya venció a Macedonia por 17-24 en Skopje y 29-17 en Guadalajara durante la fase de clasificación para este torneo.