El España-Perú de ayer sólo pasará a la historia por el estreno de la nueva camiseta y del balón Roteiro con el que se disputará la Eurocopa. Nada más. El partido se convirtió, como se esperaba, en uno de tantos amistosos insoportables en los que la única misión de los jugadores es no lesionarse y cubrir el expediente. España ganó a Perú sin jugar bien (2-1). Y lo hizo en un Olímpico Lluís Companys medio vacío. Sólo 23.580 personas acudieron a Montjuïc en una noche fría en la que el carrusel de cambios de Iñaki Sáez deslució el espectáculo. Y menos mal que la colonia peruana, representada por unos 10.000 seguidores, puso calor a una noche perdida para preparar con criterio la Eurocopa de Portugal.

Sáez tiene motivos para estar preocupado. Treinta minutos de caos de la selección española, dos fogonazos de Vicente y una tángana propia de todo equipo suramericano. La primera parte no dio más de sí. No hay otro resumen posible. España se creyó superior y tuvo que ver cómo Perú le sacaba los colores mientras provocaba la locura en la ruidosa colonia peruana de Barcelona a la que se sumaron ayer otros compatriotas, con la cara pintada de blanco y rojo, procedentes de Italia, Suiza, Madrid --Halcón Viajes fletó dos chárters desde la capital por 160 euros ida, vuelta y entrada--y otras ciudades españolas.

GOL DE SOLANO Las pruebas de Sáez no tuvieron mucho éxito. Puyol, acostumbrado a jugar de central en el Bar§a, se perdió en el lateral izquierdo y Helguera, pivote en el Madrid, acusó su inactividad como central. Incluso Xabi Alonso estuvo demasiado espeso en la creación. El resultado fue un desastre. Perú tuvo minutos mágicos en los que desbordó a España con rápidas paredes. Pizarro (m. 5) y Galliquio (m. 14) pudieron marcar, pero fue Solano, en un despiste de Puyol, quien hizo el 0-1 con un potente disparo cruzado desde fuera del área (m. 20).

El gol y un chut posterior de Hidalgo al larguero despertaron a España. La selección de Sáez siguió sin jugar bien, pero al menos se encontró con Vicente. Dos excelentes roscas suyas, en dos minutos, evitaron el ridículo. La primera la aprovechó Etxeberria para anotar el 1-1 de volea (m. 30) y la segunda sirvió para que Baraja, de cabeza, hiciera el 2-1 (m. 32). El pisco , la bebida alcohólica de alta graduación que bebieron ayer los seguidores peruanos en la grada, dejó de correr. España no estaba dispuesta a dejarse humillar.

REMATE AL POSTE Apareció Tamudo en la segunda parte. Y en un minuto ya había estrellado un balón al poste. Xavi y Albelda jugaron en el pivote, Luque en la banda izquierda y Raúl Bravo en el lateral izquierdo. Pero España no mejoró en nada. Lo mejor fue una parada de Cañizares a Silva (m. 84) y el espontáneo peruano que saltó al campo y se metió dentro de la portería española para mostrar el mensaje que lucía en su camiseta: "Barcelona contigo Perú".