Como los actores al final de una obra en el teatro, los jugadores de la selección española tuvieron que salir de nuevo a su escenario, el parqué del Príncipe Felipe, para recibir la ovación de la hinchada y recrearse en su conquista: una victoria sobre Italia (95-78) que le conduce a la final de Eurojúnior, donde hoy (20.00) se enfrentará a Turquía, que ganó a Francia (57-55). Como acostumbran, los chicos de Txus Vidorreta estuvieron listos, vivos y muy rápidos. Volvió a destacar el base español -que se marcha bautizado de Zaragoza como Sergio Maravilla Rodríguez-, la torre Fontet (con 12 puntos y la misma cantidad de rebotes) y, cómo no, el madridista Antelo, que alcanzó la veintena y capturó 15 rebotes. El cuarteto de artífices del triunfo de ayer lo completó Carlos Suárez. De sus 21 puntos, nueve fueron tres triples casi consecutivos.

El partido guardaba una sorpresa, nada relacionada con el juego. A los tres minutos escasos de su inicio, el pabellón se hizo en tinieblas debido a las tormentas que ayer por la tarde visitaron Zaragoza, por lo que el espectáculo se retrasó un cuarto de hora. Varias combinaciones perfectas entre Rodríguez y Fontet, las penetraciones en solitario del primero y la capacidad ofensiva de Antelo colocaron a España 28-14 al final del primer periodo. Sin embargo, el director de juego español acumuló su tercera personal nada más iniciarse el segundo cuarto. A Vidorreta no le quedó otro remedio que sentarlo en el banquillo y dar su confianza primero a Echeverría y luego a Llull. Aunque Rodríguez había mostrado el camino de la victoria, sus sustitutos dieron la talla y España se marchó al descanso con 50-37.

El tercer cuarto comenzó con el regreso del base titular y un puñado de posesiones vibrantes. Nadie acertaba con el aro hasta que Vittali -un base muy alto (2.01) para su puesto y máximo anotador de su equipo ayer- guió a los suyos para recortar la diferencia (52-46). España notaba el aliento de su rival muy cerca, pero en el momento preciso los españoles encadenaron varios robos de balón que acabaron en triples para asegurarse la final.